Contra el olvido de la Historia

Crónica de libros inesperados

Daša Drndić es uno de los referentes de la literatura croata más importantes de las últimas décadas. También una cronista brillante de la Europa de nuestros días y una figura incómoda en ciertos círculos ideológicos de su país. Murió hace pocos años, en 2018, pero su influjo nos obliga a seguir hablando de ella en presente.

Autora de una obra híbrida en la que se mezclan hechos reales documentados –testimonios de supervivientes de los campos de concentración, declaraciones de los asesinos, estremecedores inventarios de un sinfín de objetos que quedaron sin dueño– y ficción, Drndić escribe sobre la memoria y la desmemoria oportunista de algunos, de la hace no tanto problemática conciencia nacional croata, de la barbarie que asoló Europa durante el siglo pasado y de las dificultades con las que debe lidiar el individuo, en este contexto, para llevar una vida digna. Una de sus máximas divisas –y motivo esencial de su novela Trieste– es ese «detrás de cada nombre hay una historia». Y es que si por algo se caracteriza la obra de Drndić es por combatir la perversa costumbre de la Historia de inmortalizar a los verdugos, demasiado a menudo los únicos que consiguen rubricar sus nombres en ella a expensas de unas víctimas de las que poco o nada se sabe, reducidas a una cifra que siempre se nos antoja demasiado corta para ilustrar el verdadero drama que ensombreció el mundo aquellos años. Dan fe de este compromiso para con los olvidados las once páginas de Belladonna que recuerdan los nombres de los mil cincuenta y cinco judíos que fueron desenterrados de una fosa común en Zasavica, en 1945, para darles sepultura en el cementerio judío de Šabac, y ser reubicados, en 1959, en el cementerio sefardí de Belgrado. O las quince páginas que contienen los dos mil sesenta y un nombres de los niños judíos de La Haya que fueron separados de sus padres por los nazis, con destino a Auschwitz, Sobibor, Bergen-Belsen y Theresienstadt.

Título: Belladonna
Autora:
Daša Drndić
Editorial: Automática
Traducción: Juan Cristóbal Díaz
Páginas: 464

Belladonna, de la mano de Automática Editorial, es la tercera novela que nos llega de la autora croata, después de Trieste y Leica Format. Nos cuenta la historia de Andreas Ban, un psicólogo retirado que consume sus últimos días en un pequeño pueblo costero. Vencido por la enfermedad y con una jubilación ridícula, Andreas Ban tiene la sensación de vivir suspendido en el tiempo y el espacio. Mantiene sus rutinas, pero cada vez observa más y participa menos. Encerrado en su soledad, recupera lecturas, fotografías y recuerdos de sus años pasados. Desaparece en esos retazos de memoria habitados por otras personas y un tiempo que, para él, nunca terminó de pasar. El de la Segunda Guerra Mundial y el de la desintegración de Yugoslavia. La barbarie como telón de fondo de ambos. La posterior construcción de un relato con el que nunca comulgó y la consiguiente marginación y estigmatización de su persona, la depuración de responsabilidades, los motivos con los que se quiso justificar todo. Aquellos que eligieron hacer algo y aquellos que no. O aquellos otros, los «gigantes artísticos y monstruosos enanos humanos» que antepusieron su arte a todo lo demás, afirmando que el mundo no podía prescindir de su obra. Nada escapa al ojo crítico de Drndić.

Andreas Ban, trasunto de la propia autora, se erige en azote implacable de la historia reciente de Europa. A menudo incómoda por su crudeza y por interpelarnos de manera tan directa, Drndić no entiende de equidistancia. Ahora que el mundo parece haber emprendido su enésimo viaje sin retorno, la lectura de Drndić es más necesaria que nunca para seguir recordando.