Las eternas noches reversibles de Love Of Lesbian

Inicio de gira. La banda que lidera Santi Balmes descorcha el champán de su nuevo tour con tres conciertos consecutivos en Barcelona que demuestran su excelente salud. Colaboran Rigoberta Bandini y Cala Vento

«Más noches reversibles para saborear las horas más humildes con un placer más intenso», reza la letra de uno de los hits fetiche de Love Of Lesbian, Noches reversibles. Sus shows se han convertido en un bucle de placer y deseo desbordante y eso que, el arranque de la nueva gira, La Hermandad, presagió pausa cuando la banda tomó el escenario de la mítica sala Razzmatazz barcelonesa. Allí juegan en casa, conocen al milímetro los rincones más decadentes del recinto.

Rigoberta Bandini se convirtió en la improvisada presentadora del bolo antes de asumir protagonismo con su voz en Contradicción, uno de los temas más candentes del nuevo disco que ya ha conquistado el alma de muchos y muchas fans. De todas maneras, Santi Balmes puso a prueba su profundidad vocal con Ejército de Salvación en la puesta en escena. Esa obra literaria de Love Of Lesbian modificó el paso de los más eufóricos. Se trata de una pieza emocional, alejada del jolgorio y con una letra deliciosa.

No tardó la formación en dotarle de pulsaciones a la actuación, el vértigo de Cuando no me ves o Noches Reversibles calentó las caderas de los y las presentes. En las primeras filas se mezclaban generaciones familiares y muchas caras conocidas. El frontman, además, fue detallista con la Razzmatazz, que cumple 25 años, y definió su trayecto como un espacio «que aporta y defiende la cultura». Balmes, arropado siempre en la seguridad de un grupo con muchos kilómetros de carretera acumulados y una madurez incuestionable, se movía como una especie de superhéroe sobre la tarima. Se le vio feliz, transmitía esa generosidad de los que sienten la plenitud. «No queremos que esta gira se limite a presentar el disco», recalcó. Por eso, en el nuevo setlist caben canciones menos habituales como Cosmos o Wio. Clásicos como 1999 tampoco se ausentaron, aunque el latido de la Razzmatazz se aceleró con Qué vas a saber, Contradicción, a dúo entre Balmes y Rigoberta, y la optimista La Hermandad, un canto a la solidaridad, una declaración de amistad fiel. El cantante bajó al barro para cantarla con los fans y palpar su calor. Muy simbólico.

El concierto sufrió algún detalle imperfecto que solo se va a mejorar con el rodaje de la gira. Estrenar cualquier obra siempre implica el riesgo de la ternura. El nuevo show de Love Of Lesbian padece todavía de la juventud inconsciente. Lógico, el tiempo lo hará impoluto.

La aparición de los Cala Vento, unas de las realidades más sustanciales del movimiento independiente actual, pilló por sorpresa a la mayoría del gentío. Joan y Aleix inauguraron los bises, un total de seis, con la Niña Imantada, otro de los himnos más icónicos de Love Of Lesbian. La versión añadió la crudeza de las guitarras y un tono rockero oscuro. Diferente, pero entusiasta.

El bolo alcanzó su coronación en una recta final de altos vuelos, donde sonaron dos de las canciones más emblemáticas de Love Of Lesbian. Allí donde solíamos gritar, probablemente el primer gran himno de los barceloneses, se hizo viral y tomó un impulso definitivo en salas como Razzmatazz. El tema se celebró por todo lo alto, ya con el público descosido, absolutamente en trance para degustar los últimos coletazos de la noche. «Y en los bancos que escribimos, medio a oscuras, sin pensar». Una pieza de mirada hacia atrás, con un punto de nostalgia que no viene mal para obtener cierta perspectiva y recodar que los inicios nunca van impregnados de facilidad.

John Boy sirvió como cierre. Un valor seguro para poner colofón y para derribar la timidez de los más precavidos. Balmes volvió a bajar a la platea para dejar claro que entre él y la gente que paga una entrada para verle no hay distinciones. Él canta, pero es uno más de la velada. «Todos los raros fuimos al concierto», soltó de nuevo, con los adeptos y adeptas a sus pies.

El estreno de la gira no defraudó en el salón de casa, ahora a Love Of Lesbian le toca coger los bártulos y recorrer mundo. Nada nuevo para la banda. Sus noches reversibles son eternas.