Jorge Carrión: «En esta época de ChatGPT, a las librerías podemos ir a buscar una posible verdad»
El escritor es el creador de ‘Booklovers’, la serie de CaixaForum+ que viaja por el mundo de la mano de los libros. Es también el comisario de ‘Atlánticas’, muestra que se puede visitar en Barcelona hasta junio
Booklover, letraherido, lletraferit, el que siente un amor desmedido por los libros y por la literatura. Booklovers es también una serie creada por el tarraconense Jorge Carrión para CaixaForum+, que invita a viajar por el mundo visitando librerías y bibliotecas emblemáticas, en una nueva narrativa de turismo. Dividido en cinco capítulos, el documental se pasea de la mano del escritor y crítico literario por Buenos Aires, Ciudad de México, Madrid, Lisboa y Barcelona, a modo de detective en busca de pistas a encajar. Al mismo tiempo, y hasta el mes de junio, la Casa Amèrica Catalunya, en Barcelona, expone Atlánticas, una historia de libreras, libros y librerías, muestra comisariada por Carrión, en la que las mujeres libreras toman el protagonismo que les corresponde.
¿El amor por los libros es una enfermedad como se dice en algún momento del documental?
Hay gente que lo vive de un modo muy intenso, monomaníaco, obsesivo. Yo, evidentemente, también siento una gran pasión por los mundos del libro, pero lo vivo de un modo más positivo, más feliz.
Un teatro del siglo XIX convertido en librería o la mejor biblioteca pública de 2023. ¿Qué importa, el contenido o el continente?
Hay una búsqueda del equilibrio. Booklovers es una serie sobre el mundo del libro en su complejidad, de modo que en cada ciudad hay librerías independientes, de cadena, bibliotecas públicas, privadas, arte underground y artistas y escritores mainstream. Pero en una serie audiovisual también es muy importante que el lugar sea impresionante. Entonces, en cada ciudad he buscado lugares emblemáticos muy deslumbrantes. Por ejemplo, la librería Ler Devagar en Lisboa; la Ateneo Grand Splendid de Buenos Aires o la Biblioteca Vasconcelos de México.
¿Qué opina sobre el hecho de comprar por encima de las posibilidades de leer?
No conozco a ningún booklover que no lo haga. Paul Celan dijo que la literatura se expone, no se impone, de modo que hay que tener mucha oferta a nuestra disposición para cuando queramos demandarla. Y en la pandemia descubrimos que tener una buena biblioteca en casa era muy importante.
¿Qué significa para usted vagar por una librería?
De una librería que me recibe sin ningún desafío, rápidamente puedo salir. Me interesan las de autor o de autora que tienen una propuesta que no acabo de entender, que tengo que descifrar y en algunas de ellas me he pasado, literalmente, horas.
De ahí el hecho de convertirse en detective.
Porque lo planteo como un enigma que quiero resolver. Las librerías tienen estratos arqueológicos, pistas sobre su historia. En la Librería 22, de Girona, tienen una foto de Roberto Bolaño con Javier Cercas, de cuando estuvieron allí presentando un libro. Me gusta mucho esa dimensión de buscar las pistas para interpretar y entender la historia y el espíritu de la librería.
‘Booklovers’ da voz, entre otros, a los libreros. ¿Qué haríamos sin ellos?
Las librerías son espacios muy humanos y en esta época de ChatGPT, en la que cada vez hay más postverdad y menos datos contrastados, son lugares, como las bibliotecas, donde podemos ir a buscar los hechos y, por tanto, una posible verdad.
Vuelve a lo tangible.
Sí porque para entender el conocimiento aún necesitamos la figura del editor, del verificador e internet tiene editores, pero cada vez tiene más pods, más programas que generan contenido por sí mismos y hasta que no ordenemos esta producción de texto o imagen, no se podrá hablar de producción de saber. Ahora sigue ordenada en las librerías y las bibliotecas físicas y digitales.
‘Booklovers’ entra poco en digital.
Internet es muy difícil de representar, pero me interesaba porque las librerías también son una página web. Reflejo, por ejemplo, la librería Nollegiu, cuando Xavi Vidal habla de su web y de su programa de YouTube.
¿Con qué se queda de ‘Booklovers’?
Toda la serie en sí es una metáfora de lo que es una buena librería, una buena biblioteca o una ciudad que destaca culturalmente, un esfuerzo de mucha gente para que algo tenga relevancia y emane belleza. Yo soy la figura visible de Booklovers y un bibliotecario o una librera es la de una librería o biblioteca, pero siempre es una red.
Hernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, ¿fue el primer bibliotecario, como usted dijo en la presentación de ‘Atlánticas’?
Hernando Colón fue un gran bibliófilo del siglo XVI, fue quizás el primer bibliotecario, librero moderno de Europa y lo utilizo como metáfora del nacimiento de un vínculo fuerte entre un lado y otro del océano. En el fondo, la muestra Atlánticas es la misma idea que Booklovers, reivindicar la importancia del libro en la cultura contemporánea.