Gemma Gené: «Me gustaría llenar el mundo de Mochis»
Entrevista a la artista multidisciplinar sobre su mural en Calafell
Calafell tiene escondida una preciosa obra al aire libre, finalista como mejor mural del mes de julio en Street Art Cities, la mayor comunidad de arte urbano del mundo. Y el protagonista es Mochi, un carlino muy famoso, uno de los bebés de la artista Gemma Gené.
Nacida en Barcelona y residente en Nueva York, es una artista visual multidisciplinar: su trabajo «abarca desde el cómic a la pintura incluyendo murales y esculturas». Con sus llamativas y sorprendentes obras, ha expuesto en Nueva York, Miami, Madrid y Barcelona.
El cómic 157ofgemma, sobre la vida con su perro Mochi, triunfa en las redes sociales y ha sido publicado en los libros Mi vida con Mochi y Pugpyhood.
Primera pregunta, evidente: ¿quién es el perrito del mural?
El perro es Mochi, mi carlino de casi 10 años con mucho carácter que me acompaña en todas mis aventuras e inspira todas mis historias.
¿Cómo nacieron los dibujos de Mochi?
Siempre he usado el cómic como diario personal. Me mudé a Nueva York para hacer un máster de arquitectura en Columbia University y al terminar empecé a trabajar en el despacho de Steven Holl. Por primera vez me pasaba el día separada de Mochi y lo echaba mucho de menos. También pasaba mucho tiempo en el metro de ida y vuelta del trabajo. Así que para matar el tiempo empecé a dibujar cosas de mi día a día en forma de cómic. Pero lo que más me pasaba por la cabeza en esos tiempos era lo mucho que echaba de menos a Mochi durante las horas de trabajo. Rápidamente el cómic se centró en él.
¿Cómo surgió la idea de pintar a Mochi en ese espacio de Calafell?
Durante años he pasado por delante de esa pared y desde que puedo recordar está en un estado deplorable. Llena de pintadas y con toda la pintura escarchada. El año pasado comentamos con mis amigos Pau y Rita que tendríamos que pintarla. Mi idea no era pintar a Mochi sino otra cosa, para variar. El año pasado no pude hacerlo pero este año pensé, ¡ahora sí que sí! Pero vinimos muy pocos días y descarté poderlo hacer.
La última semana, mi marido y yo estábamos paseando por el Born de Barcelona y pasamos por delante de la tienda de sprays Montana y nos preguntamos, «¿compramos sprays y lo hacemos de una vez por todas?». Pero allí in situ no tenía preparada la imagen que quería hacer y no podía comprar los colores sin ella. Busqué en mi móvil algo que fuese interesante para pintar y, ¡como siempre mi musa no me falló! Tenía una foto de Mochi espectacular en la que se le veía super regio y era perfecta para la pared en cuestión.
¿Cuánto tardó en recrear a ‘su musa’ en ese mural? ¿Y qué tipo de pintura es?
Lo pintamos en tres días, pero muy tranquilamente, solo unas pocas horas cada día. El último mural que hice en verano me costó un golpe de calor, así que ahora voy con muchísimo cuidado. Lo pintamos solo en horas de sombra y sin estrés. Fue un proyecto muy divertido porque se apuntó todo el mundo y lo pintamos colectivamente entre familia y amigos. El fondo es pintura y Mochi está hecho en spray.
Sé que tiene algunos murales con Mochi en alguna localidad de Estados Unidos, ¿forma parte de alguna idea de conjunto artístico global?
El primero que hice ya no está pero se publicó en el libro Street art NYC. Ahora hay otro en Bushwick, en Nueva York, que hice cuando estaba embarazada de mi hija Yellow y es Mochi tumbado con un lazo amarillo y se titula ‘Esperando a Yellow’. Siempre he dicho que me gustaría llenar el mundo de Mochis. No solo porque para mí Mochi es lo más bonito del mundo y le tengo un cariño especial, si no que creo que aporta mucho a una comunidad. Como dije cuando hice el primer mural «everyone loves a giant puppy» (a todo el mundo le gusta un cachorro gigante). Considero que Mochi desprende mucha ternura y tranquilidad y creo que la gente lo percibe a través de la pintura. Al menos por el momento todos los murales de Mochi han tenido muy buen recibimiento. Aunque por lo general, a la gente le encantan los murales sean de lo que sean. El arte urbano genera diálogo y activa la comunidad. A la gente le gusta ver cómo el barrio se llena de arte. Cuando pintábamos el mural, muchos vecinos de todas las edades se pararon a decirnos lo mucho que le gustaba y nos pedían que pintásemos más paredes. Fue muy bonito.
¿Aquí podremos ver alguno más?
Desafortunadamente de momento este es el único. Pero espero poder pintar más. Es muy difícil que te dejen pintar murales, especialmente cuando vives fuera y no tienes contactos. Pero yo siempre me animo a pintar un mural, ¡así que esperemos que salgan más!
¿Habrá también espacios para los Twinchis o para Yellow?
¡Desde luego! La pared que hemos pintado forma parte de un pequeño edificio con cuatro fachadas. Mi objetivo es pintar a cada Twinchi y a Yellow, uno en cada fachada. Los Twinchis son mis otros dos perros, dos chihuahuas de pelo largo gemelos que son unos bichos absolutos y siempre se meten en problemas, pero son adorables. Y Yellow es mi hija de año y medio, que también es un terremoto. Nunca he pintado a ninguno de los tres, ¡así que estoy impaciente por hacerlo! Y los tres se lo han merecido porque han colaborado mucho en este mural haciéndome compañía, y en el caso de Yellow jugando con todo el material de pintura.
Personalmente, me encantan sus cuadros con globos, productos envueltos en papel brillante con textura hiperrealista... incluso el alucinante bote de ‘Fairy’. ¿Cómo definiría su estilo artístico?
¡Gracias! ¡El ‘Fairy’ es uno de mis favoritos! Es pintura conceptual fotorealista. Utilizo objetos de la vida cotidiana para representar una idea o sensación. Los represento de manera realista en cuadros de gran formato. A veces en lienzos normales y otras en lienzos recortados de manera que crean una ilusión óptica para el espectador.
¿De dónde le surge la inspiración?
La inspiración me viene de dentro a fuera o de fuera a dentro. A veces veo un objeto que me llama mucho la atención y lo tengo que pintar. Normalmente por sus colores o materiales, como con ‘Fairy’. A veces es al contrario, tengo una idea que quiero comunicar y busco la mejor manera de representarla. Por ejemplo, el cuadro ‘Glass ceiling’, un globo dorado en forma de estrella que se ha quedado atrapado en un techo y se está desinflando, hace referencia a las desigualdades de las mujeres en el mundo profesional.