Eufònic, una transición de calidad

El festival readapta su programación a seis localidades y reduce artistas, aunque no el talento que se expondrá del 24 al 27 de agosto

La desvinculación del Festival de les arts sonores, visuals i digitals-performatives de les Terres de l’Ebre con La Ràpita ha provocado una readaptación de todo el programa de cara a esta edición de 2023, que tendrá lugar del 24 a 27 de agosto en las localidades de Amposta, Tortosa, Campredó, Miravet, Roquetes y Ulldecona.

El nuevo cartel también ha precisado reducir artistas. De los 60 que se habían presagiado, en el Eufònic de este año van a actuar 35. Eso sí, la apuesta por la calidad se mantiene vigente. «Es un Eufònic de transición debido a la complejidad que ha supuesto para nosotros adaptar esta edición», confirmó en la presentación del evento, Vicent Fibla, el director. Romper con la Ràpita ha significado romper con el hasta ahora punto neurálgico del Eufònic, donde se concentraban muchas de las actividades. Eso ha dificultado el proceso de reubicación de los espectáculos, aunque el certamen va a arrancar con todo el entusiasmo habitual.

El Pòrtic

El Pòrtic Eufònic permitirá que el público caliente motores hoy (19.30 horas), con la actuación del artista Antoni Arola, en el Castell de Ulldecona. Éste ha preparado una intervención lumínica para que los asistentes perciban la rapidez con la que se mueve el sol.

El Pòrtic se celebrará del 18 al 20 de agosto en el Museu de Tortosa, el Castell de Ulldecona, el Castell de Miravet y la Torre de Font de Quinto en Campredó.

​El grueso de los proyectos artísticos se expondrá a partir del 24 de agosto. Entre las propuestas se encuentra relectura del flamenco en clave electrónica de la mano Flamante, con la bailaora Carmen Muñoz.

El queer punk de Ruinosa y las Strippers de Rahola en los Ullals de Baltasar deleitará a los asistentes el próximo sábado 26 de agosto.

Los shows rompedores y originales siempre han distinguido al Eufònic y en este 2023 volverán a comparecer en los distintos escenarios adaptados. En este sentido, destaca la performance transfeminista y crítica de Txe Roimeser y Andrea Corrales; la transformación a ritmo de electro-pop experimental de los nuevos valores Hadren y LaFrancesssa, y el hardcore electrónico y rural de la banda Nerve Agent.

Y es que el evento ha enfocado sus temáticas a las artes en el paisaje, las artes digitales, la música de revisitación contemporánea y la electrónica, con gran parte de las propuestas de carácter gratuito.

El Eufònic disfrutará del show audiovisual inmersivo con visuales reactivos del productor inglés de música electrónica Alex Banks, y el de Flore+WSK, pilar de la escena bass francesa. También se producirá el regreso del compositor alemán Arovane, referente de la música electrónica de los noventa. Se añadirá Zo de Tarik Barri y Lea Fabrikant, una performance audiovisual que hace dialogar el espacio 3D y la improvisación vocal, y los conciertos de codificación en directo de Sam Aaron y QBRNTHSS. La dejay Ivana Ray ocupa lugar privilegiado entre los shows.

Desde la organización se ha dejado claro que, el futuro, camina hacia otro modelo de festival. Aunque no se han detallado las nuevas intenciones, Vicent Fibla ha comentado que «seguramente vamos hacia un festival que conecte de otra manera las distintas poblaciones, que no haya una que aglutine gran parte de los espectáculos».

El 60% de los artistas del cartel son catalanes, el 15% del restado español y el resto provienen del extranjero. A su vez, las artistas femeninas se sitúan entre el 45% de la programación, una cifra similar a la de anteriores ediciones.

El Eufònic, a pesar de las dificultades, conserva una seña de identidad indiscutible que le reafirma como festival de referencia en las Terres de l’Ebre.

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