Ivan Pintor reseña ‘El designio’ de Javier y Laura Pérez

Como los compases de un tango con un desenlace fatal, las viñetas afiladas, precisas y monumentales de Laura Pérez Vernetti puntean el descenso al Hades de una Barcelona post-pandémica en la que Javier Pérez Andújar hilvana oscuras conspiraciones y músicos callejeros, exorcismos y experiencias post-mortem, flamenco, heroína y homenajes arrebatados tanto a la tradición literaria y pictórica —San Juan de la Cruz, Cortázar, Mantegna, Botticelli—, como a la cultura popular. Para quienes la pandemia de Covid supuso la breve invocación de una Barcelona anterior a 1992, tan apocalíptica como preñada de historias posibles, El designio es un canto a la reinvención de la ciudad a través de las potencias de la ficción.

Siguiendo el rastro de la enigmática muerte de la joven Maravillas, tres personajes, el Largo, el padre Elías y la manca Patricia se adentran en un mundo hipnótico, hijo de la oscuridad de Dick Tracy, de Chester Gould, tanto como de Las siete bolas de cristal, de Hergé o de la Leyenda aurea de Jacopo della Voragine bajo el augur de la maga Casandra, investida con los atributos del personaje homónimo en los álbumes de Corto Maltés, de Hugo Pratt. La inventiva visual de Vernetti amplifica sin límite la poesía verbal de Pérez Andújar, entre gatos que se llaman Fernando Fernán Gómez y personajes para quienes “irse con Iker Jiménez” o proclamar “Nunca más mearé en los monumentos de Barcelona” son formas de invocar el final, la fatalidad de una muerte anunciada.

El designio

Autores: Javier Pérez Andújar, Laura Pérez Vernetti

Editorial: Autsider

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