“El mejor del mundo”, de Juan Tallón: una reflexión sobre otras vidas posibles
El autor nos relata en esta novela una relación entre un padre y un hijo que llevan un apellido poco gratificante: “Hitler”
Hacia el final de “El mejor del mundo”, Juan Tallón escribe: “la naturaleza en el fondo de todos los hombres es cambiar, no ser durante mucho tiempo el mismo”. Seguramente, esta puede ser la mejor síntesis de la novela de Tallón, el cambio de identidad, el dejar de ser, el mirar atrás y no reconocer si lo vivido pertenece a uno mismo o bien a otro yo que fuimos y no volverá. El paso del tiempo, aunque no esté en el centro del relato, irrumpe con furia a medida que avanza la historia que se va transformando poco a poco en una especie de rompecabezas fantástico en el que tratamos de entender la relación entre un padre y un hijo que llevan un apellido poco gratificante: “Hitler”. Amancio y Antonio Hitler tienen un negocio de los que nunca falta demanda: constructores de ataúdes. El odio y la toxicidad de su relación paterno-filial se manifiesta desde las primeras páginas del libro. Sin embargo, todo parece transformarse en un viaje de Antonio a México para iniciar unos negocios con gente un tanto dudosa. Tras el cierre del trato, una onírica noche de celebración intensa de drogas y alcohol da paso al despertar de Antonio a una nueva vida, literalmente. Una vida en la que muchos de los errores cometidos y muchas de las rencillas vividas no existen; pero tampoco su propia hija, perdida en una espiral del tiempo. La violencia desplegada a lo largo de esta noche mexicana parece abrir una brecha espacio-temporal para el lector que de pronto asiste tanto al pasado de Antonio como al presente surrealista en el que vive. Nada más regresar de su viaje, este descubre que ya no se dedica al negocio de los ataúdes sino que es el gerente de un museo, su mujer no es la misma y su matrimonio es idílico, al mismo tiempo que la relación con su padre es espléndida. Qué extrañeza vivir otra vida en la que el pasado que recuerdas no parece desembocar hacia ella.
Los multiversos o incluso los universos paralelos no tienen por qué ser coto privado de la ciencia-ficción. Las decisiones que tomamos continuamente abren otros futuros posibles, de forma que son tan importantes las cosas hechas como las que no se hicieron. No en vano, el propio Antonio, en la comprensión de su nueva identidad, descubre un diario personal en el que detalla muchas de las cosas que no llegó a realizar. “El mejor del mundo” es una novela imprevisible. Tallón consigue transitar por lo que podríamos denominar tanto un drama familiar como un thriller, a la par que nos abre hacia un territorio onírico y surreal. Es inevitable, asistiendo a la perplejidad de la nueva vida de Antonio, acordarse de David Lynch y la última temporada de “Twin Peaks”, cuando el agente Dale Cooper de pronto se adentra en la vida y cuerpo de Dougie Jones. La diferencia es que Antonio Hitler sigue siendo Antonio Hitler, pero en esta otra vida su apellido ya no es una losa del pasado. De la misma forma que el olvido se manifiesta como una fuerza implacable, la novela de Tallón realza lo no vivido como una fuerza motriz sobre la que observar el presente.
Título: El mejor del mundo
Autor: Juan Tallón
Editorial: Anagrama
Precio: 18,90€