El Toubab: «Tenemos personas muy peligrosas dirigiendo el planeta»
El trotamundos reusense publica el disco ‘Los días frente al Luna Park’, en el que mezcla sus raíces rockeras con los sonidos que fue descubriendo en su viaje por Argentina
El Toubab, alter ego de Jaume Blanc (Reus, 1974), vuelve a la carga con un disco con diez nuevos temas, grabados a caballo entre Buenos Aires, Barcelona y Reus. Los días frente al Luna Park se empapa de su paso por Argentina, desde la multitud de sus calles hasta la complejidad de sus cárceles, y saca a relucir el espíritu libre y sincero de este trotamundos que ya lleva tres décadas sobreviviendo en la música.
¿El rock and roll le ha salvado la vida como dice en la última canción del disco?
Todo lo que firmo en esa canción ha sido vivido. Quizás sea mi tema más autobiográfico. El rock and roll me salva la vida a diario. Es una pasión que nació en los primeros días de mi infancia y desde entonces siempre me hizo bien en los malos momentos de mi vida. El rock and roll para mí es un salvavidas.
‘Los días frente al Luna Park tiene un gran aroma argentino. ¿Qué es lo que extrajiste de aquel país?
Estuve callejeando día y noche por Buenos Aires y ofrecí algunas actuaciones con fines sociales para los privados de libertad en los penales de hombres y mujeres de Ezeiza y en comedores comunitarios en Lomas de Zamora. En Palermo, me nutrí escuchando canciones de bandas como La Beriso, Callejeros, La 25, Estelares, Guasones, Las Pastillas del Abuelo e Iván Noble.
Esas influencias, e incluso de Tequila, se notan en el disco, con un rock and roll pausado y letras cargas de compromiso social con aires por momentos a Sabina o Rulo.
Supone un paso hacia adelante en cuanto a lo musical y a los textos. Un crecimiento personal en la búsqueda de la canción perfecta. El habernos asentado en la ciudad de Buenos Aires para escribir y empaparse de sus gentes ha dejado su poso.
¿Qué le cautivó del estadio Luna Park?
En este disco, tiendo un puente con Argentina y el mítico Luna Park, es un lugar sagrado, máxima aspiración para cualquier músico bonaerense. Tocar frente a él durante largas jornadas pasando la gorra, me inspiró el título del álbum y versos para más de una canción.
La canción ‘Malena’ la abre una frase del expresidente de Uruguay José Mujica. ¿Por qué?
Malena es una chica uruguaya que emigró de su país y llegó al nuestro con la esperanza de encontrar un futuro mejor. La temática me llevó a añadir un guiño del expresidente de Uruguay. Me parece una persona muy honesta. Por desgracia no abundan políticos que busquen el bien de sus semejantes.
También hace un guiño a Lavapiés en ‘Corazón de Rastro’. Siempre que puede vuelve a ese rincón de Madrid.
Es llegar al corazón de la multiculturalidad de Madrid, cada vez más poblado de personas de origen senegalés y sentirme en casa. Toda esa gente buscándose la vida a pie de calle me resulta muy inspirador.
En cuanto a su faceta solidaria, ¿En qué proyecto anda metido con La Veu entre Cultures?
El más reciente ha sido la publicación de un cuento solidario de mi autoría, El petit Toubab viatja al país de la Teranga. El dinero recogido se destina al proyecto Adopta un bressol, focalizado en atender las necesidades de cuidado, educación, nutrición y salud de un total de 30 niños de entre 0 y 18 meses, abandonados o en situación de peligro, del centro de acogida Lamine Coulibaly, en el pueblo de Kaolack (Senegal).
Usted qué tanto has viajado, ¿cómo ve el mundo? ¿Se ha vuelto loco?
Hoy, en cualquier barrio del mundo, la diversidad cultural está presente, y eso creo que hay que cuidarlo porque nos hace más ricos humanamente. También, gracias a la tecnología podemos escuchar canciones creadas en cualquier parte del planeta al instante. En muchos sentidos hemos avanzado y mejorado, pero tenemos personas muy peligrosas dirigiendo el planeta. Locos sin corazón a quienes no les importa la gente de a pie, que desconocen lo que se cuece en la calle porque no la pisan.