El fotógrafo Gerard Boyer expone en El Mèdol de Tarragona
‘Intermezzo III: Cal·lípolis’, en el marco del Festival SCAN
El Mèdol Centre d’Arts Contemporànies de Tarragona inauguró ayer la exposición Intermezzo III: Cal·lípolis, una propuesta del fotógrafo Gerard Boyer que forma parte de la 11 edición del Festival Internacional de Fotografía SCAN Tarragona, visitable hasta el 12 de enero de 2025. Comisariada por Arianna Rinaldo, la muestra presenta una selección de trabajos que exploran las zonas intermedias, aquellos espacios de tránsito donde el tiempo y la memoria se mezclan para revelar paisajes ocultos, a menudo fuera del alcance de la mirada cotidiana.
En este contexto, Intermezzo III: Cal·lípolis propone una reflexión visual sobre la relación entre los espacios urbanos y naturales, dando visibilidad a rincones olvidados que, a pesar de formar parte del entorno, permanecerán ocultos para la mayoría.
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, Sandra Ramos, destacó que «esta exposición de Mèdol, como otras, busca poner en valor autores destacados y generar sinergias». Asimismo, sobre el trabajo de Boyer manifestó que «además de mostrar imágenes bellas, nos incita a reflexionar sobre el mundo que nos rodea».
Geografía visual
Intermezzo III: Cal·lípolis tiene como objetivo hacer visibles los rincones olvidados de una ciudad encubierta, un territorio en el que los restos del pasado emergen, se colonizan y se presentan como un lugar de crecimiento ordenado. Con esta exposición, Boyer crea una nueva geografía visual que se nutre de la relación entre el entorno natural y el espacio urbano, explorando sus fronteras difusas, aquellos límites que a menudo quedan invisibilizados por el ritmo frenético de la vida moderna.
El trabajo de Gerard Boyer, nacido en la Ametlla de Mar (1974), se adentra en las posibilidades narrativas de la fotografía contemporánea. Su obra explora el tiempo, la memoria y la relación emocional con los espacios que se habitan, subrayando cómo la construcción social del paisaje modela la percepción y apropiación de estos lugares. A través de su cámara, Boyer revela escenas que, aunque forman parte del entorno habitual, permanecen ocultas para la mayoría.