El Cantante del Greco se engancha a la electricidad

El reusense lanza su segundo disco en solitario y forma un power trío. Este sábado presenta su nuevo formato en el Stone de Tarragona

Rafa Olmo necesita el rock and roll casi tanto como el aire para respirar. Tras el parón indefinido de su anterior banda, Doble Rombo, inició un periplo más acústico en solitario bajo el nombre El Cantante del Greco –en honor al barrio de Reus donde creció–. Sus actuaciones callejeras como hombre orquesta, con guitarra, bombo, armónica y pandereta, le sirvieron para financiar su primer álbum homónimo en 2020. Desde entonces no ha parado de componer y de enriquecerse musicalmente. Sus incursiones en el blues y el country le han abierto una nueva etapa creativa con un nuevo EP, Tres idas y una vuelta, y el regreso al formato banda. Este sábado (21 h) presenta material y a su power trío en el Stone de Tarragona. Será el segundo concierto de su gira, tras actuar en Andorra el sábado pasado.

«Me encanta la formación de lobo solitario por su ‘manejabilidad’ tanto económica como de infraestructura, pero considero que la música es para compartirla con el público y con un equipo que cree en un mismo proyecto. Llevaba esperando la vuelta de Doble Rombo durante mucho tiempo y, viendo que parece imposible lograr un reencuentro al menos a corto plazo, necesitaba volver a sentir la electricidad, meterme en gira con otros músicos y diseñar un proyecto con un sonido más contundente», explica Olmo. Le acompañan en esta aventura Dani Bassquez al bajo y Tommy Storm a la batería.

El EP consta de cinco temas y lo grabó él solo como multiinstrumentista. Usó una guitarra resonadora como la que aparece en la portada de Brothers in Arms de Dire Straits. El título parte del concurso de música de autor que ganó el verano pasado en Andorra. «Se llama Tres idas y una vuelta por las tres fases que tuve que pasar. Me presenté porque pretendía que el dueño de la Fada Ignorant –donde se llevó a cabo– me viera y me hiciese un hueco en su agenda recurrentemente. No iba con intención de ganar, pero mi pareja y mis amigos me animaron a que, cuando pasé el primer corte, fuera a la semifinal y la final. La vuelta la hice porque mi pareja se quedó en la frontera entre España y Andorra por un malentendido judicial. Resulta que estaba en busca y captura....», cuenta.

Sus letras, asegura, se alejan del «tópico literario» que se suelen emplear en las canciones. «Carretera N-340 habla de la carretera que va de Cádiz a Barcelona por toda la costa; otra está dedicada al Pont del Diable de Tarragona y Torre del Oro trata de un tren que traía a todos los inmigrantes del sur de España hasta tierras catalanas».

Olmo es un músico total. Después de palpar el éxito con Doble Rombo –lanzó su único disco con Warner– se echó a la calle para tocar y pasar la ‘gorra’. «La calle, para mí, es un elemento regulador del estado de ánimo. Cuando tienes el ego por los suelos, te ayuda a equilibrarte. Y al contrario, si estás en rachas de éxito y subidón, te suaviza ese efecto. Sobreviví a la pandemia y pude seguir trabajando de músico gracias a eso», recuerda. Al aire libre tocó temas propios y de los Rolling Stones, los Beatles, Chuck Berry, Elvis o Johnny Cash.

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