Desde la India hasta Dinamarca: el món casteller se luce en Tarragona
La Diada Castellera Internacional, acto en el marco del Concurs de Castells, marida cultura, estilo y compañerismo para unir a colles del mundo. Mumbai, Andorra, Londres Madrid, Copenague, el País Vasco... la ciudad se vuelve un punto de encuentro
Castells sin casco, sin faja, pero con mucho, mucho estilo. Son los Govindas de Mumbai, algo así como un all star de castelleres y castellers –por primera vez, mujeres y hombres– de la India.
Llevan a cabo sorprendentes y estéticas torres humanas, llamadas govindes, sobre todo en el marco del evento festivo Dahi Handi, celebrado en el estaso de Maharashtra.
El objetivo de la actividad es alcanzar y romper un bote, a modo de piñata, denominado handi, que se rellena de leche, yogur o mantequilla, y se cuelga a gran altura. Con esa finalidad, las torres se elevan hasta lo más alto del cielo para llegar hasta el handi.
Lo explica Surendra Penchal, uno de los jefes de la agrupación. Ayer, los Govindas participaron en la Diada Internacional en la Plaça de la Font. «Tiene su origen hace muchos años, concretamente en el siglo XVIII».
Por ello, no busquen en sus construcciones nada parecido a una faja o a un casco, y sí una cinta para aguantarse y, sobre todo, rapidez, agilidad y estilo. Construcciones de seis y hasta siete pisos con un dinamismo salvaje y una velocidad feroz.
Para venir a la Diada de Tarragona, por primera vez, se efectuó una selección de las mejores castelleras y castellers de las agrupaciones autóctonas, que levantan construcciones de hasta diez pisos.
Los castells más internacionales
Un danés se va a la Autònoma de Barcelona y descubre los castells. Vuelve a Dinamarca, contacta con las personas del Casal Català de Copenhague y fundan los Xiquets de Copenhaguen ahora hace diez años.
Un décimo aniversario de una colla que, hoy en día, se reparte casi al 50% entre catalanes y extranjeros –la mayoría daneses, italianos y alemanes–, y que ayer realizó el primer intento de 2de6 de su historia. «La masa social de la colla ha crecido mucho en los últimos dos o tres años», afirma el cap de colla, Sergi Gibaja.
Cuando Juli Penya participó en la creación de los Marrecs de Salt y de los Xoriguers de la Universitat de Girona (UdG), ni se imaginó que también formaría parte, en junio hizo ya una década, de la creación de los Castellers d’Andorra.
«Yo vivía en Andorra, venía de Girona, y un día vi por Facebook a una persona de Andorra que no sabía nada de castells, pero quería montar una colla». «Hicimos una hoja de ruta y una primera reunión con treinta personas; al terminar, pensé ‘si esta gente no se ha ido corriendo, es que quiere ser castellera’», recuerda.
En 2018, la primera vez que participaron en la Diada Internacional de Tarragona, vinieron 150 castelleres y castellers.
La pandemia truncó un poco la línea ascendente de la colla, pero ayer, con más de 90 integrantes, volvieron a hacer un muy buen papel en la Plaça de la Font: «Tarragona es una plaza que siempre tira mucho», reconoce Penya, el cap de la colla, que realiza unas veinte actuaciones por año.
Desde luego que Tarragona es una plaza que tira. Que se lo pregunten si no a la Colla Castellera de Madrid, nacida en 2017 y que, en sus inicios, no tenía ni local.
«Empezamos en un polideportivo, debajo de un puente...», narra la cap de troncs de la colla, San José Arroyo. «Con mucha comunicación, mucho apoyo y mucho amor, hemos ido creciendo», destaca.
Cuatro collas que fueron acompañadas por más agrupaciones de todo el mundo: los Euskal Herriko Casteller Taldea –imperdibles, los castellers con boina–, los Castellers of London, la Colla Castellera d’Edinburgh, los Castellers de Zürich, los Castellers de Lausanne, los Castellers de Toulouse... Un espectáculo en el que, literalmente, todo el món casteller aportó su granito de arena.