Ana Curra, un icono de la Movida Madrileña, en TGN
La cantante, teclista y compositora de Parálisis Permanente y Alaska y los Pegamoides actúa esta noche en la Sala Zero
El primer concierto al que asistió Ana Curra (San Lorenzo de El Escorial, 1958) fue de la banda británica Dr. Feelgood. La llevaron sus hermanos, fanáticos de Bob Dylan, The Velvet Underground y la música de los años 50. De ellos adquirió su interés por el pop y el rock, y de su madre, pianista, el gusto por la música clásica. Ana fue a clases de piano desde niña y, siendo muy joven, se sacó la plaza de profesora en el conservatorio de su pueblo –puesto que aún mantiene–. Estudió también Farmacia en Madrid y allí conectó con el incipiente ambiente de la Movida, de la que acabó siendo un icono, primero como miembro de Alaska y los Pegamoides y luego de Parálisis Permanente y Los Seres Vacíos.
«Siempre me he dedicado a la música y no he dejado de sacar discos», reivindica. Ahora cuida una exitosa y prolífica carrera en solitario. Su último lanzamiento es Aphrodita La Monarca (2022). «Estamos haciendo muchos directos. Desde la pandemia no hemos parado de tocar , se ha reactivado todo muchísimo de golpe y porrazo. Hemos hecho giras de invierno en sala, festivales y recientemente una ruta por Latinoamérica que ha sido un regalo de la vida», explica la denominada reina del punk de la Movida.
Este viernes (21.00 horas) actúa en la Sala Zero de Tarragona. «¡Cuántos años detrás de este concierto!», asegura Ángel Lopera, copropietario del local. El repertorio recorrerá «todas las etapas de mi carrera, desde canciones de Parálisis Permanente que hice con Eduardo y que la gente siempre quiere escuchar, como El acto, Quiero ser santa o Unidos, hasta mi etapa actual», avanza Curra.
En 1979 se incorporó a Kaka de Luxe con Carlos Berlanga, Nacho Canut y Eduardo Benavente, que luego fue su pareja. «En un concierto de los Zombies, Carlos me miró y me dijo ‘¿tú no tocarás algún instrumento?’. Le contesté que el piano y directamente me preguntó si quería tocar con ellos. Le dije que vale», recuerda. Se encargó de los teclados y caja de ritmos y grabó toda su discografía.
En 1982 se sumó Parálisis Permanente, grupo paralelo a Kaka de Luxe que habían creado Nacho Canut y los hermanos Javier y Eduardo Benavente. Solo publicaron un disco, El acto (1982), del que Ana Curra compuso la mitad de los temas, e hicieron apenas seis conciertos antes del accidente que costó la vida a Eduardo. Hoy está considerada una banda de culto.
«En la Transición se rompieron muchos tabúes, se ganaron muchas batallas en cuanto a auténtica libertad de expresión, aunque aún quedaban resquicios de censura», cuenta. La canción Horror en el hipermercado de Alaska y Pegamoides se titulaba inicialmente Terror en el hipermercado, «pero nos sugirieron cambiarlo porque entonces la gente estaba muy sensibilizada con el tema del terrorismo de ETA».
Ahora se impone la corrección política. «Paso de la censura que establecemos los ciudadanos en las redes sociales a la hora de expresarnos y donde sale la amargura de cada uno y arremeten unos contra los otros. Los prejuicios me traen bastante sin cuidado. Me manifiesto con veracidad y digo lo que pienso según me voy haciendo mayor», concluye.