Altafulla se estrena como escaparate de cortometrajes de animación
El casal La Violeta acoge una muestra de 23 cortometrajes multipremiados, de alcance internacional, en la secciones infantil, ficción y documental. Uno de los objetivos es suscitar el interés de los más jóvenes
Digno de ver, los rostros ilusionados de niños y niñas, ante su primera experiencia a la hora de dibujar y crear, para luego ver en la gran pantalla sus obras. Más de medio centenar fueron los pequeños que ayer por la mañana se dieron cita en el casal La Violeta de Altafulla para participar en el taller infantil Creanima, dentro de la I Mostra Internacional de Curtmetratges d’Animació, que ha exhibido sus cartas de presentación, con el propósito de erigirse en un certamen pensado para quedarse.
Ànima Jove es la innovadora iniciativa impulsada por la productora altafullense Most Wanted Studio, que tiene como responsables a Joan Rubinat y Belinda Bonan, con el objetivo de «implantar el cine de animación aquí para, en definitiva, llenar el hueco que existe en Tarragona, referente a este género cinematográfico, de gran implantación en todo el mundo», subraya Rubinat.
Y nada más efectivo que sentar las bases. Seguramente estas pasan por suscitar el interés de las más jóvenes. Para ello, niños y niñas de Altafulla, acompañados de sus padres o familiares, participaron en el taller desarrollado en La Violeta. Belinda Bonan, la directora de cine, se encargó, con lenguaje inteligible para quienes iba dirigido, de introducir a los pequeños en el mundo de la animación, con una explicación teórica que encandiló al joven auditorio, a la par, deseoso de pasar a la siguiente fase: la práctica. Consistió en la creación de una pieza de animación colectiva, a partir de los fotogramas que pintaron previamente, con este objetivo. Fue pintar, sobre papel, con lápices de colores, el logotipo de Creanima, cada cual según sus preferencias.
Ocho cortos
Terminado el ejercicio, se pasó a la visualización de 8 cortos de animación, que juntos sumaron casi una hora de proyección, mientras la impaciencia de los pequeños iba en alza para, finalmente, ver en la gran pantalla sus primeras creaciones. Luego, por la tarde, la muestra dio paso a las 15 producciones, entre ficción y documentales, para mayores de 16 años.
En definitiva, «una selección con los mejores cortos de finales de 2021 y todo 2022, casi imposible de ver en otras circunstancias, como la que se ha brindado por primera vez aquí en Altafulla, entre los que hay propuestas nominadas a los Goya o a los Oscar», sostiene el director de la muestra, Joan Rubinat. En clave local, Belinda Bonan estrenó Codi Ictus, que hace referencia al ictus que padeció su madre, el cual, admite la autora, «he presentado con especial ilusión».
La buena respuesta del público en esta primera edición del certamen avala el propósito de sus promotores de consolidar el proyecto. Rubinat sostiene que «Tarragona tiene una laguna en lo que concierne a las producciones de animación y bien se merece situarla en el mapa de este género cinematográfico». De contar los apoyos necesarios, «apostamos por dar continuidad al festival, implicar a institutos de secundaria del Baix Gaià, donde se imparte el bachillerato de arte, para que se incluya el cine de animación en su programa educativo, como una opción más y salida para los estudiantes», añade el responsable.
Por otro lado, Joan Rubinat no descarta, en sucesivas ediciones, «descentralizar diversos ámbitos del certamen para abrirlo a otras localidades de la demarcación», con el objetivo de crecer y divulgar a la vez el arte cinematográfico de animación, género que con las nuevas tecnologías viene experimentando extraordinario auge a nivel mundial.