Empieza el juicio contra dos policías de Vila-seca acusados de torturas
La presunta víctima de haber sufrido una paliza por dos agentes afirma en su declaración en la Audiencia Provincial que pensaba que la habían atropellado
La Audiencia Provincial de Tarragona es el escenario desde este lunes 27 de noviembre de un juicio contra dos policías locales de Vila-seca acusados de turturas y de intento de asesinato. Además, el jefe del cuerpo de seguridad local también está señalado y acusado de un delito de encubrimiento. La Fiscalía pide 20 años para cada uno de los policías mientras que la defensa pide la absolución de los tres investigados.
En esta primera sesión ha sido la presunta víctima la que ha declarado. Afirma haber sido gravemente apaleada por dos agentes y pensaba que las lesiones que sufría se habían producido porque la habían atropellado y que no recuerda como llegó hasta la puerta del piso donde vivía. Los hechos se remontan a enero de 2013.
Los hechos pasaron el 9 de enero de 2013 en el marco de la fiesta anual que celebran los trabajadores de PortAventura una vez acaba la temporada y que se hacía en la antigua discoteca Pacha en La Pineda.
En su declaración, la víctima ha relatado que empezó la noche cenando con unos compañeros de trabajo en un restaurante de Les Gavarres. Después ha comentado que fueron con su coche hacia la discoteca y que a partir de un determinado momento ya no recuerda nada. Ha sugerido que quizás le pusieron «algo a la bebida».
De lo siguiente de lo que tiene constancia (la víctima) fue encontrarse en la puerta del apartamento de Salou propiedad de su hermana y donde residía. Recuerda que estaba «dolorido», con restos de sangre en el jersey y en la cara y sin las llaves del piso ni saber concretar qué hora era.
A causa de su estado físico, la víctima ha dicho en la Audiencia que decidió ponerse a dormir en el rellano y cuando se despertó fue consciente que las llaves del piso estaban en el coche, que seguía aparcado en las inmediaciones de la discoteca Pacha. Decidió ir a buscar el coche andando y «pasé por ante un supermercado y en un espejo me vi la cara hinchada», ha dicho a preguntas del fiscal.
A continuación, ha narrado que unos metros más adelante se sentó cerca de una rotonda, fruto de su debilidad física. Allá un peatón se interesó por su estado y le aseguró que llamaría a una ambulancia. Al poco rato llegaron los Mossos d’Esquadra y los servicios médicos, que lo trasladaron al hospital de Santa Tecla (Tarragona), donde estuvo ingresado nueve días. Al recibir el alta volvió a su domicilio, en Lleida.
Pocos días después se encontró mal y fue al médico, que decidió ingresarlo de nuevo en el hospital. Según consta en el escrito del fiscal sufrió la rotura de tres costillas, una lesión pulmonar, un neumotórax traumático, un derrame pleural postraumático y amnesia lacunar postraumática.
Para el Ministerio Público, las lesiones eran de tal gravedad «que implicaron compromiso vital para el perjudicado, puesto que si no hubiera recibido atención médica habría muerto».
Anónimo
A preguntas de la defensa de los policías, el hombre ha expuesto que inicialmente se pensaba que las heridas las tenía porque lo habían atropellado. Pero un año y medio después de los hechos, el 18 de julio del 2014, en el buzón de su domicilio de Lleida recibió una carta anónima en la que se implicaba directamente dos policías locales de Vila-seca de las heridas que sufrió.
Entonces fue cuando presentó la denuncia a los Mossos d’Esquadra, que iniciaron una investigación. Dos son los agentes que presuntamente agredieron la víctima y el tercero es el jefe de la Policía Local, que está acusado de falsedad documental y de encubrimiento.
El origen de la problemática se encontraría en un rifirrafe que se produjo en el interior de la discoteca. Diferentes testigos han declarado este lunes que el hombre habría tocado el culo a una chica que había y que esto inició una discusión con más personas implicadas.
Una de estas personas era un antiguo policía municipal de Vila-seca, que ha reconocido que intervino en la discusión para separar el hombre de la mujer agredida y de su pareja.
También han declarado tres miembros del personal de seguridad de la discoteca, que se han expresado en una línea similar. Uno de ellos, y que fue el que inmovilizó el protagonista de la causa, ha detallado que en aquel momento todavía en el interior de la sala ya vio que el hombre tenía sangre a la cara.
A la vez, algunos de los porteros han añadido que posteriormente, la presunta víctima tuvo nuevas discusiones con otros clientes. Pero según sus declaraciones, ninguno vio que se marchara detenido por los policías.
Este martes declararán agentes de los Mossos d’Esquadra que hicieron la investigación. Para el jueves se espera la declaración de los tres acusados.