Vila-seca da la confianza absoluta a Pere Segura
Sin rival. El alcalde gana mil votos respecto a 2019 y pasa de 8 a 13 regidores. El PSC, segunda fuerza con 3 y VOX entra con 2
Vila-seca vuelve a los tiempos de mayoría absoluta. Las urnas no dejaron lugar a las dudas y la ciudadanía volvió a dar una victoria inapelable a Pere Segura, esta vez con mucha más fuerza que hace cuatro años. El alcalde revalida el cargo superando en 1.000 votos los resultados que obtuvo en 2019 y pasando de ocho a 13 concejales, por encima de la última mayoría que obtuvo su antecesor, Josep Poblet –que gobernó con 11 ediles de 2015 a 2019–. Los rivales que se postulaban a armar una mayoría alternativa quedaron muy lejos, con una sangría de votos de la que solo se benefició VOX, que se presentaba por primera vez a las municipales y entrará al salón de plenos como tercera fuerza.
Desde el inicio del escrutinio, las cifras que iban llegando desde los colegios electorales presagiaban una victoria clara para Pere Segura. Aun así, al final del recuento, los 13 ediles era una cifra que se escapaba de todos los pronósticos. Con casi 4.000 votos, la candidatura de Vila-seca Segura se llevó prácticamente la mitad de las papeletas (46,9%). La euforia se apoderó pronto de la sede del partido, que se quedó pequeña para celebrar el triunfo en las urnas. Pasadas las 9 y media de la noche, llegaba la estrella de la noche. Segura, recibido con una cálida ovación y gritos de «¡alcalde, alcalde!», no podía esconder la emoción mientras se abrazaba a todos los simpatizantes que llenaban el local.
Para ellos fueron sus primeras palabras, después de cumplir con la ceremonia de subir al atril a saludar, tal y como manda la tradición. «Detrás de la candidatura hay un grupo humano valiosísimo», destacó, para acabar concluyendo que «aquí tenemos proyecto para años».
«Es una mayoría que no la esperábamos así», confesó Segura, que achacó los resultados a que «ha gustado el proyecto que hemos propuesto, las formas, el proyecto, el talante, la visión y estrategia que tenemos del municipio. Y eso nos lo han revalidado en forma de confianza». Añadió que «soy muy consciente de que en estas mayorías hay mucha confianza detrás, pero también hay gente que no te la ha dado. Tienes que gestionarlo con responsabilidad, pensado en todo el mundo y escuchando a todos para intentar hacer una Vila-seca inclusiva y de todos», insistió.
Tras cuatro años de gobierno en minoría, la oposición para el nuevo mandato queda muy debilitada y fragmentada. La liderará Joan Anton Ramírez, que tras conseguir en 2019 cinco ediles con Ciudadanos, esta vez se tuvo que conformar con tres, al frente del PSC-Vila-seca Som Tots, muy lejos de las expectativas que se habían creado. Mientras, la formación naranja, que había tenido en Vila-seca una de sus mejores plazas en la provincia, desaparece del salón de plenos. Más allá de la sorpresa de los dos ediles de VOX, Vila-seca en Comú logra retener dos de los tres regidores que tenía y Decidim se queda con la mitad de votos y un solo representante.