Vecinos y comerciantes de La Pineda apuestan por que se mantenga el parque acuático
El Ayuntamiento de Vila-seca ha convocado un concurso público para definir un proyecto de futuro para las 14 hectáreas que han ocupado Aquopolis y Pacha los últimos 35 años
Primeros pasos para definir el futuro de las 14 hectáreas de suelo público que hay frente a la playa de La Pineda y que han ocupado Aquopolis y Pacha los últimos 35 años. El Ayuntamiento de Vila-seca acaba de convocar un concurso público para «definir y diseñar un proyecto de turismo, ocio y servicios avanzados». Se trata de concretar un proyecto que sirva para renovar y reestructurar todo este espacio de cara a los próximos 30 años. Mientras, los comerciantes y vecinos del barrio lamentan que se acabe con el ocio nocturno y apuestan por que los usos de parque acuático se mantengan.
Entre las condiciones que pone el consistorio para dibujar el nuevo espacio, exige que se abran zonas de libre circulación para la ciudadanía y que haya compensaciones de áreas verdes para ayudar a la recuperación paisajística de La Pineda que se pondrá en marcha con la próxima transformación del paseo. Asimismo, recomienda que el proyecto «mezcle entretenimiento, turismo, cultura, sociedad, artes y tecnología», descartando espacios de casinos y de ocio nocturno.
«El parque acuático tiene que seguir donde está», expresa Lucas García, vicepresidente de la Nova Unió de Comerciants i Empresaris de la Pineda. «Menos mal que lo tenemos. Después de la playa, Aquopolis es el principal foco para atraer turistas que tenemos. Hace que venga mucha gente que, cuando sale, se queda a dar un paseo y consume en los negocios de aquí», afirma.
Desde la entidad empresarial verían con buenos ojos abrir este espacio a nuevos modelos, «con un gran complejo multiespacio que pueda tener comercios, hoteles y sobre todo zonas de aparcamiento, ya que es un gran problema en verano. Pero que mantenga el parque acuático», apunta García. Asimismo, el presidente de los comerciantes de La Pineda opina que también sería importante disponer de oferta de ocio nocturno. «Es una pena que se haya dejado perder Pacha –lamenta–. Está muy bien que se apueste por el turismo familiar, pero también hay jóvenes que hacen turismo y que optarán por ir a otros destinos».
Por su parte, desde la Asociación de Vecinos de La Pineda consideran vital este espacio para poder ganar equipamientos públicos y lamentan que desde el consistorio no hayan tenido en cuenta sus demandas. «Entre campos de golf, PortAventura y el puerto, solo nos queda este espacio para poder crecer. Hay necesidades para los vecinos, como un pabellón en condiciones, una biblioteca, una oficina municipal o una buena sala polivalente para celebrar actos, como han hecho con el Celler», reclama el presidente de la entidad, Antonio Lleonart, que afirma que son ideas que ya se han trasladado, sin éxito, a los responsables municipales. Para él, «la actividad de parque acuático puede tener mucho futuro. Se pueden ir actualizando las atracciones y hacer un parque más moderno, como ya hace PortAventura. Es un modelo de éxito y considero que debería seguir».
En la misma línea se expresa Rafaela, una vecina de La Pineda que trabaja en el sector servicios. «No hay parques acuáticos como este en la zona y es un sitio que trae a mucha gente. En verano siempre se ven colas. No veo nada que pueda substituirlo», expresa. «Todo el mundo conoce La Pineda por Aquopolis. No creo que sea un modelo caducado. Genera turismo y trabajo», opina Miguel. Para Antonella, «el parque está muy bien y más ahora que no hay animales. Quizá le haga falta una reforma, pero no se entendería que lo cerrasen».
Mientras, desde el Ayuntamiento no descartan ninguna posibilidad. «Para nosotros la prioridad es que se mantengan las fortalezas del proyecto existente: que genere destino, que haya flujo de visitantes y que por sí mismo sea una atracción», apunta el alcalde, Pere Segura. El futuro proyecto, expone, «se debe basar en la desestacionalización, en la nueva economía y en los objetivos de desarrollo sostenible».
Las empresas que quieran participar en el diseño de este proyecto tienen hasta el 27 de marzo para presentar sus ofertas. Una vez formalizado el contrato, dispondrán de cinco meses para presentar tres propuestas al consistorio y tres más para entregar el documento final. Estos servicios tienen un coste de 350.000 euros que se financian con fondos Next Generation.
Dos años más de concesión
Cabe recordar que la actual concesión de parque acuático finalizó el año pasado. Sin embargo, la actividad seguirá como mínimo dos veranos más. El Ayuntamiento puso en marcha el pasado mes de octubre una nueva concesión para la gestión del parque los próximos dos años –con posibilidad de prorrogar otros dos– y que la actividad continúe mientras se decide qué pasará con este espacio. El proceso de adjudicación se encuentra ya en la fase final.