Vecinos de Mont-roig del Camp se organizan contra la llegada de Lotte Energy Materials
La Plataforma Defensa Mont-roig presenta alegaciones al proyecto y pide más transparencia al Ayuntamiento
Vecinos de Mont-roig del Camp, propietarios de terrenos y entidades del municipio «preocupados» por la llegada de la empresa Lotte Energy Materials han creado la Plataforma Defensa Mont-roig (PDM), que ya cuenta con unos treinta miembros.
Los impulsores se muestran «totalmente en contra» de la instalación de la firma química coreana en la localidad y este viernes han presentado alegaciones al convenio urbanístico que tiene que facilitar la implantación de la industria. Según uno de los fundadores, Joan Crespo, la plataforma «no se opone al progreso» pero reclama «más transparencia» al Ayuntamiento sobre el proyecto. Por otro lado, lamentan haber recibido «presiones» para vender las fincas donde se tienen que instalar las futuras placas fotovoltaicas.
Lotte Energy Materials tiene previsto empezar a construir su primera fábrica de producción de elecfoil a principios del 2024. El objetivo de la compañía surcoreana es iniciar la producción de este material imprescindible para las baterías, especialmente las de coches eléctricos, en octubre del 2025. De entrada, quieren poner en marcha una planta con una inversión prevista de 400 MEUR. En función de la demanda del mercado, podrían hacer dos más. Todas en la zona de los Comallarets, en 44 hectáreas de unos terrenos cerca de la AP-7.
La Plataforma Defensa Mont-roig (PDM) considera que la industria será «muy contaminante» y se muestra contraria a que se instale al término municipal, así como a la modificación del POUM que lo permitiría. Según apuntan, los cambios urbanísticos darán vía libre a construcciones de hasta 25 metros de altura. A la vez, denuncian «opacidad» del equipo de gobierno en la tramitación y reclaman más información sobre los procesos vinculados a la implantación de la empresa. «Entendemos que no es un proyecto beneficioso y no sabemos la repercusión ambiental que tendrá, las modificaciones del POUM se han hecho sin tener en cuenta a la población», ha lamentado Joan Crespo, uno de los fundadores de la PDM. Por todo ello, miembros de la entidad han presentado alegaciones al proyecto, el plazo de las cuales se agota lunes.
«Presiones» para vender fincas
Otro aspecto con el cual son críticos con el consistorio es la venta de los terrenos. Lotte se quedaría con el 100% de los terrenos del sector Sud4 «por el método de venta directa», en lugar de mediante una subasta o concurso público para que otras empresas o particulares tengan opción de adquirirlas. Actualmente estos terrenos pertenecen al Ayuntamiento, mientras que algunos que se destinarían a la planta fotovoltaica corresponden a otros propietarios. En este sentido, la plataforma afirma que han recibido «presiones» para venderlos.
El agua, también en el punto de mira
El consumo de agua que tendrá Lotte Energy Materiales también preocupa a los vecinos. Según datos de la empresa, necesitarán 4.500 metros cúbicos diarios. De estos, unos 2.000 metros cúbicos serán de agua reutilizada gracias a un sistema que aseguran que implementarán.
El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, indicó este jueves que «hay que ver de donde se solicita el agua», ya sea del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) -agua del Ebro-, a partir de reaprovechamientos de la petroquímica de Tarragona o de recursos hídricos municipales. Para Reyes también es importante saber qué se hace una vez usada por la fábrica: «si se hace una planta de regeneración y se reutiliza quiere decir que no hay una competencia directa contra los abastecimientos», señaló.
Para la PDM, la industria pondría «en riesgo a los acuíferos del pueblo» y «las reservas hídricas estratégicas municipales», especialmente en cuanto al acuífero Baix Camp. También pone en entredicho que el proyecto tenga un único abastecimiento de agua como podría ser la conexión con el CAT. En este caso, para los vecinos haría falta un «estudio de impacto ambiental hacia el río». Por otro lado, afirman que «el convenio no explica cómo se depurarán las aguas industriales que se generen de la actividad» ni si se «permitirá un vertido al riachuelo de Rifà de aguas contaminadas con metales pesados, que acabarán desembocando en el mar y filtrándose a los acuíferos».