Urgen la constitución de la comunidad de regantes del Penedès para salvar la agricultura
Sant Jaume dels Domenys acogerá una junta general de constitución de la entidad
La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) considera «muy necesaria» la constitución de la Comundidad de regantes del Penedès para la resistencia de agricultura en el territorio.
Hace meses que agricultores del Baix Penedès, Alt Penedès, Garraf y Anoia trabajan para impulsar esa comunidad de regantes que garantice la disponibilidad de agua y el mantenimiento de las tierras frente a la sequía y la presión urbanística residencial e industrial y los interés de implantar miles de placas solares.
El cambio climático con situaciones de sequía persistente urgen a la constitución de la Comunida de regantes que ya cuenta con el apoyo de muchos municipios de las diferentes comarcas.
Precisamente el 20 de septiembre en Sant Jaume dels Domenys está prevista una reunión para una Junta General de Constitución de la Comunidad de Regantes.
Esa entidad debe impulsar la creación de una red de riego de apoyo para los cultivos leñosos como la viña, olivos, almendro y algarrobo del Alt y Baix Penedès, Garraf y parte del Anoia y Alt Camp. La sequía severa amenaza a la continuidad de la producción y de los propios cultivos.
La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) pide la máxima implicación de los socios de las cooperativas y de los propietarios de los terrenos además del «máximo apoyo por parte de las diferentes administraciones». Son 12 las cooperativas en el área de influencia de la comunidad de regantes.
Los impulsores de una comunidad de regantes en el Baix Penedès ya han planteado la propuesta a los ayuntamientos y explicado la iniciativa a los agricultores de cada municipio.
El Baix Penedès plantea aprovechar agua de las depuradoras de la comarca. Es un caudal que ahora llega al mar través de los torrentes en los que se libera. Y mientras los campos se están secando. Los agricultores advierten que ya hay fincas que son prácticamente irrecuperables.
«Es un agua que permitiría la subsistencia de los campos», explican los agricultores. «No para aumentar la producción», señalan. De depuradoras como la de Santa Oliva no se aprovechan unos 15 millones de litros y 10 millones de la de Calafell.
En el Baix Penedès entre olivo, algarroba y viña hay 4.800 hectáreas ahora en producción. Con el agua que se tira al mar podrían regarse entre 5.000 y 10.000 hectáreas.
La Comunidad de Regantes necesita del apoyo de las administraciones locales para lograr impulsar las infraestructuras necesarias para aprovechar el agua limpia de las depuradoras. Son depósitos y canalizaciones para llevar el agua a las fincas
Aunque el estrés por falta de agua se percibe hace años, la vendimia de 2023 encendió todas las alarmas. Fue la más corta en décadas. Incluso muchas cepas murieron. Algunos agricultores señalaron que «por muchos trabajos y técnicas aplicadas a la viña, si no hay una precipitación mínima anual, la viña en el Penedès no es viable». Es urgente el agua para un riego de apoyo.
Los agricultores ya pidieron a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) disponibilidad de ese agua que ahora llega al mar a través de rieras y torrentes y que no se aprovecha mientras los campos van secándose.
La Agència Catalana de l’Aigua habría concedido ese suministro pero faltan las infraestructuras
Serían depósitos en las zonas más elevadas de la comarca y que por gravedad a través de canalizaciones llevarla a los terrenos agrícolas. Los agricultores también pagarían una parte de esas infraestructuras.