Un vendrellense conquista el mundo con sus cerebros
El diseño de Emilio García ha seducido a reconocidos creativos que le piden customizar sus obras y a firmas como Disney. Ya son piezas de coleccionista
Poco imaginaba Emilio García hasta dónde iba a llegar su viaje a Berlín de hace ocho años. Y de hecho todavía no ha acabado. Incluso va a más. El joven diseñador de El Vendrell se inspiró en el muro que dividía a Alemania para crear una figurita en forma de cerebro pero al que puso unas patas de rana.
Jumping brain lo llamó. Algo así como el cerebro que salta. Porque para saltar aquel muro, o al menos evadirse de aquella situación, «debía de emplearse mucha imaginación».
En masa
García colgó una imagen de aquella figurita en una web de juguetes y en pocas horas causó sensación. Tanto que la empresa china Toy2R contactó con él para una producción del Jumping brain en masa. García calcula que como juguete han podido hacerse unos 30.000.
Pero el Jumping brain iba a dar otro salto más allá que el de ser un juguete. Estuvo en exposiciones en Nueva York, Los Ángeles, Miami, Londres, París Berna, Copenhague...
Llegaron a hacerse de todos los tamaños y materiales: bronce, mármol... Hasta que se convirtió en pieza de coleccionista.
«El diseño seguía gustando», explica Emilio García. Así que esas rugosidades cerebrales fueron conquistando a golpe de imaginación nuevas formas. Y de la mente de Emilio García surgieron el cerebro calavera, el cerebro corazón o el cerebro granada que hasta se ha customizado para Channel.
Para Disney
Los cerebritos de El Vendrell han ganado presencia incluso en museos como el de Bellas Artes de Quebec (Canadá) y el Museo Internacional de Ciencia Quirúrgica de Chicago. «Ha sido todo muy rápido», explica el creador.
Emilio García prepara ahora una nueva exposición que se verá en Tokio. «En Asia han tenido una gran aceptación los cerebritos. Ahí entré con la Granada Channel. Se vieron en Hong Kong y gustaron mucho. Ycada vez piden más».
Un ratón
Tanto que la propia Disney pidió al diseñador de El Vendrell que dibujase durante la inauguración de su nueva tienda en Hong Kong. Disney invitó a artistas de todo el mundo a que customizasen un Mickey Mouse y el diseñador de El Vendrell lo vistió con las formas de su cerebro.
En un aparcamiento
Emilio García elabora sus creaciones a mano en un garaje de El Vendrell que ha convertido en taller. La demanda ha hecho que incluso haya tenido que contratar a una persona para ayudarle, pese a que hace ediciones limitadas. Son de 70 unidades que en apenas 20 minutos se venden por las redes sociales.
Subastas
Sus creaciones han estado varias veces en las célebres subastas de Sotheby’s. El pasado febrero el oso original que pintó para Disney se subastó por 1.500 euros que se donaron a una asociación dedicada a la lucha contra el Sida.
En sus creaciones Emilio García busca también concienciar. Como hizo con un cuadro en el que 99 insectos esculpidos con las rugosidades cerebrales formaban el logo de la firma Channel como una crítica al mundo del lujo. «Gustó mucho. A raíz de esa obra varios artistas de la televisión en Estados Unidos me encargan cosas», relata el joven, que hasta ha puesto cerebro a Bob Esponja, el dibujo animado que tanto gusta a los niños.
Una ‘fuga de cerebros’
«¿La verdad? Nunca hubiese imaginado llegar hasta aquí. Es una suerte vivir de una pasión, pero también te hace ser muy exigente». Y más cuando los compañeros de exposiciones son aquellos a los que durante años el diseñador de El Vendrell ha seguido. «Y ahora hasta me preguntan cosas».
Emilio García señala que en el país hay mucha creatividad, pero que debe apoyarse a los diseñadores y a los que tienen buenas ideas en todos los campos. «Que la única fuga de cerebros sea de los que hago yo. Hay que aprovechar la materia gris de un país».