Un gran belén que va más allá de lo representativo
En Salou, una familia lleva más de setenta años siguiendo una entrañable tradición
Hace 73 años, Josefa, empezó a montar un belén en su casa por Navidad. Desde las pequeñas ovejas pastando, el río fluyendo y hasta la imprescindible estrella en lo alto, ningún elemento faltaba en el escenario mágico en el que se sumergía con gran emoción y cariño.
Año tras año, se fue volviendo una entrañable costumbre, algo que no podía faltar en la festividad que más ilusión le hacía, en la que toda la familia se reunía y juntos disfrutaban, en buena compañía y al son de los villancicos más populares, de unos días llenos de alegría y unión.
Montar el belén se ha convertido en una tradición que perdura en las generaciones siguientes, sus hijas, nietas y bisnietas mantienen un legado que va mucho más allá de la representación de la Sagrada Familia, ya es un símbolo de la familia Rodríguez.
Montse, hija de Josefa, junto con su marido, José, son quienes, los últimos años, se han encargado de la mayor parte de la faena que comporta montar el belén.
Desde finales de agosto, día tras día, han ido colocando cada figurita, muchas reutilizadas desde el primer año que lo montó Josefa, otras muchas que han ido adquiriendo a lo largo de los años y otras tantas que las han creado ellos, dando como resultado un gran belén de 15 metros de largo y uno y medio de ancho, en el que el más mínimo detalle tiene una historia de afecto y significado.
Además de contar la historia del nacimiento del niño Jesús, el belén refleja algunos de los aspectos más característicos del municipio de Salou, pues la arena que utilizan para ambientar, la cogen siempre de la playa de Ponent, justo en frente de la casa donde se ubica, y, desde hace unos años, la característica Torre Vella tiene su propia representación en miniatura.
A Montse y José cada vez les cuesta más esfuerzo montarlo y mantenerlo –cada día tienen que regar las plantas y el musgo y echar de comer a los peces–, de hecho, este año lo han hecho porque sus nietas les insistieron y ayudaron. Les gusta pasar ese tiempo juntos, divirtiéndose y recordando con nostalgia todos los momentos que han vivido en torno a cada elemento simbólico, que pasa a tener un sentimiento de pertenencia arraigado en el amor y la continuidad.
Las bisnietas de Josefa lo tienen claro, no van a dejar que la tradición perezca. Dispuestas y convencidas están de que los próximos años, se encargarán ellas de seguir con lo que han visto hacer a sus mayores desde siempre. El belén seguirá montándose cada Navidad, reuniendo a los abuelos, padres, primos y hermanos y enalteciendo lo que un día decidió comenzar Josefa.
La tradición no se trata solo de montar el belén, sino de revivir los recuerdos y las historias que cada figura atesora y tejer lazos emocionales a lo largo del tiempo. La familia Rodríguez seguirá creando momentos que unen el pasado y el presente de los que, seguro, Josefa estaría feliz y orgullosa.
Visitar el belén
Amigos y conocidos de la familia visitan cada año el belén. Los Rodríguez abren las puertas de su casa para que todo aquel que lo desee, pueda ver con sus ojos el mágico escenario que con tanto cariño han creado. Su teléfono de contacto es:
661858359.