Torredembarra y Roda de Berà, cara y cruz a la hora de cruzar la N-340
Mientras que en Torre ya no hay ninguna reivindicación pendiente, en Roda todavía batallan para que se les escuche
Cruzar la Nacional 340 es, desde hace muchos años, uno de los grandes problemas de todos los municipios de Costa cuyo núcleo histórico está separado de la zona de playa por culpa de este vial. Cierto es que con la puesta en marcha de la A-7, el volumen de tráfico que se concentraba en la nacional diminuyó drásticamente, y más lo hizo aun desde que se anunció la gratuidad de la AP-7. Sin embargo, a pesar de ello, todavía son muchos los vehículos que circulan por esta vía y muchas también las personas que cada día la cruzan temerariamente jugándose su integridad física y su seguridad.
Ante un problema de tal envergadura, todos los municipios que se veían afectados por esta situación activaron en seguida los trámites necesarios para salvar y disminuir al máximo el riesgo de padecer algún daño al cruzar la nacional. Las opciones que se pusieron sobre la mesa fueron construir pasarelas ya fueran elevadas o subterráneas, o bien instalar rotondas o pasos de cebra con semáforo en lugares estratégicos de cada población.
Ahora, después de años de reivindicaciones, nos encontramos con dos realidades completamente opuestas y sin embargo muy cercanas entre ellas a nivel territorial. Hablamos por un lado, de Torredembarra y por otro de Roda de Berà, dos municipios separados por solo 9 kilómetros pero cuyas situaciones en el asunto que nos ocupa distan mucho entre sí.
Por una parte, en la Torre existe un paso subterráneo de peatones en la calle Golf de Roses, en la urbanización La Marítima, y en breve entrará en funcionamiento el nuevo semáforo que a Carreteras ya ha instalado en la misma zona y que los vecinos llevaban más de una década reivindicando. En este punto, si bien es cierto que a escasos metros existe ya el paso subterráneo que permite salvar la nacional, quiénes lo utilizan prefieren cruzarla a pie debido a la inseguridad que les genera el estado de dejadez e insalubridad de ese conector.
Todavía en pie de guerra
La otra cara de la moneda ante un mismo asunto lo encontramos a menos de 10 kilómetros de la propia Torredembarra: en Roda de Berà. Allí el Ayuntamiento lleva cinco años esperando que el Estado construya una pasarela que conecte la zona de La Barquera con la de la Plana, en Creixell. En 2018 Carreteras aprobó el proyecto de esta infraestructura que, sin embargo, nunca ha llegado a incluirse en los presupuestos estatales.
Hartos de esperar, a finales del 2022 el alcalde, Pere Virgili, y el concejal de Urbanismo, Manel González, se reunieron con el jefe de la Unidad de Carreteras de Tarragona del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Alberto Hernández, para tratar varios asuntos que afectaban tanto a la N-340 como a la AP-7 a su paso por el municipio.
Durante el encuentro, el departamento admitió la demora en la construcción de la pasarela y el Consistorio solicitó entonces construir un paso de cebra como el de La Marítima de Torredembarra.
La sorpresa vino después, cuando la respuesta del Estado fue afirmativa, pero condicionada: el coste de las obras y el mantenimiento de la instalación deben ir cargo del Ayuntamiento. Y no solo eso, sino que es el propio Ayuntamiento quién debe dibujar y redactar el proyecto, presentarlo al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y esperar su aprobación.
Que finalmente se lleve a cabo o no será cuestión de negociaciones. Aun así, desde el Ayuntamiento aseguran que siguen apostando por el paso elevado por considerarla la opción más segura.
Finalmente, durante la reunión con Carreteras, Roda de Berà también solicitó qiue se instalara otro paso de cebra con semáforo en el otro extremo del municipio, a tocar con El Vendrell. Éste quedó descartado porque a 350 metros ya existe un paso elevado y el semáforo no estaría lo suficientemente alejado de él. Fuentes del consistorio mostraron su incomprensión cundo «en Torredembarra sí se ha instalado uno -el de La Marítima- y justo al lado hay un paso subterráneo».
Todo preparado en Roda de Berà
Con la aprobación inicial, en 2018, de la pasarela elevada que debía construirse en La Barquera, el Ayuntamiento de Roda de Berà se puso manos a la obra para adaptar e iluminar toda la zona y hacerla más agradable y segura a los peatones.
Entonces, el Ayuntamiento consiguió que la Diputació de Tarragona diera el visto bueno a financiar la creación de un carril peatonal y de bicicletas que bordea toda la urbanización de La Plana, en la carretera TV-2041, y que conecta el centro histórico con la N-340. El paseo está hecho, pero la pasarela, no.
Badenes en Altafulla
En Altafulla, el paso de la N-340 por el municipio se salvó a principios de los años 2000 a través de la instalación de 17 resaltos a lo largo de toda la avenida Marquès de Tamarit, de titularidad municipal. Esta solución permitió a los vecinos cruzar la calzada sin poner en riesgo su seguridad, pero ya en 2009 algunos mostraron su disconformidad por considerar estos badenes demasiado agresivos para los vehículos, mientras que otros se satisfacían porque cumplían su función.
Tras muchos años de discrepancias, en 2021, con los últimos presupuestos participativos antes de la moción de censura, el anterior gobierno municipal acordó rebajar la altura de los resaltos, para lo se preveía destinar 4.000 euros. La propuesta ha quedado en el cajón, puesto que este año el actual Ayuntamiento no ha convocado una nueva consulta ciudadana.