Torredembarra, vista a ojos de un explorador
‘Racons de Torredembarra’. La sala Lluís d’Icart acoge una exposición fotográfica que invita a conocer los rincones más recónditos y mágicos del municipio
¿Les gustan las adivinanzas? No se lo piensen mucho. Es una pregunta fácil de fácil respuesta. Si contestan ‘sí’, acompáñenme en este viaje, les garantizo que lo disfrutarán, y mucho. Y si me dicen que ‘no’, les invito a acompañarme igual, porque esas adivinanzas no son, ni de lejos, nada convencionales. ¡Confíen y quédense!
Vayamos hasta Torredembarra. Antes de empezar ya les chivo que, si se conocen un poco el municipio, tienen ventaja. y sino, tendrán que embutirse en un traje de explorador para resolver los enigmas que les voy a plantear. Una vez allí nos dirigimos hasta el edificio del Ayuntamiento, el Castell, y bajamos a la sala Lluís d’Icart. Abrimos los ojos, la mente y prestamos toda la atención posible para observar la exposición Racons de Torredembarra, que ha organizado Associació de Fotografia, Astronomia i Art y que se podrá visitar hasta el 3 de marzo. ¡Hay tiempo de sobras para explorar!
Ante nuestros ojos nos encontramos 55 fotografías de 11 autores miembros de la asociación cuyo nexo común es Torredembarra. Pero una Torredembarra un tanto especial... Porque lo que vemos son detalles, particularidades o fragmentos de rincones del municipio que, expuestos en la sala Lluís d’Icart, se convierten en medio centenar de secretos por descubrir. A partir de aquí el visitante puede escoger entre dos caminos: O bien observar las imágenes y seguir con los quehaceres de su día. O bien sacar las herramientas de explorados e investigar qué recoveco torrense nos muestra la instantánea.
Si me permiten, yo les recomiendo sin duda la segunda opción. Es interesante, divertida, nostálgica y cultural. ¿Qué me dicen de esa fecha enclavada en un octógono que abarca desde 1370 hasta 1933? ¿O de ese pomo con cuerpo de león cuya puerta da acceso a uno de los pórticos más señoriales del municipio? Quizá se trata de la entrada al edificio de las escaleras de caracol que se exponen en una imagen en blanco y negro... O quizá no, eso habría que averiguarlo. Vayan a ver la exposición, mírenla con ojos curiosos, retengan esos pequeños detalles que esconden grandes tesoros, salgan a la calle y ¡busquen! Recorran todos los rincones de Torredembarra y sean testigos directos de la mágica realidad que hay detrás de una fotografía.