Torredembarra denuncia a uno de cada cuatro conductores en controles de alcoholemia

El pasado fin de semana ha sido algo agitado para la Policia Local de Torredembarra. Los agentes realizaron diversos controles preventivos de alcoholemia y drogas, 42 en total. Seguramente no se esperaban unos resultados tan preocupantes: 12 positivos. Nada más y nada menos. Un 28%.

Así pues, la policía ha tenido que tramitar 12 denuncias. Nueve de ellas han sido por conducir bajo los efectos del alcohol, 8 administrativas y una penal –esto quiere decir que la infracción se considera un delito y se abre un procedimiento judicial, posiblemente por superar con creces los límites legales de alcohol en el organismo o por algún agravante como la conducción temeraria–. Las otras tres han sido denuncias por conducción bajo el efecto de las drogas –se desconocen las sustancias concretas–. La providencia ha querido que ninguno de los doce conductores haya causado incidentes ni situaciones de mayor peligro para el resto de usuarios.

Más detenciones y delitos

La acción no termina aquí. La tarde del sábado 3, unos agentes que patrullaban por la calle Pere Badia se toparon con un joven que tenía puesta una orden de búsqueda y captura por delitos de robo con fuerza y maltratos en el hogar. La policía pudo arrestarlo y ponerlo bajo disposición judicial.

El domingo se produjo un robo a un hombre de 90 años, le atracaron con violencia y le quitaron su reloj. La Policia Local recibió el aviso de los Mossos y procedió a la búsqueda del autor, que resultó en su detención esa misma tarde cuando encontraron al maleante en un coche aparcado frente a un vado. La grúa retiró el vehículo y el presunto ladrón fue llevado a comisaría, acusado de robo con violencia e intimidación.

Finalmente, el mismo domingo fue arrestado un joven que saqueó varios automóviles en la avenida Francesc Macià. La detención fue posible gracias a la colaboración de unos vecinos que gravaron los hechos.

Este ha sido solo el primer fin de semana de agosto; sin duda, se augura un mes ajetreado para Torredembarra y su policía.