Salou plantea ahora llevar la futura biblioteca municipal al Eix Cívic
En 2015, se planificó levantarla en la avenida Pau Casals, junto al edificio Atenea, pero aún no hay proyecto. Usuarios y trabajadoras del equipamiento urgen a ganar espacios cuanto antes
Hace tiempo que la Biblioteca Pública Municipal de Salou se ha quedado pequeña. El Mapa de la Lectura Pública de Catalunya ya alertaba en 2014 que el centro no cumplía el nivel de adecuación mínimo para la población del municipio y proponía llevar a cabo una ampliación o un traslado. El Ayuntamiento cogió el guante y en 2015 anunció que construiría una nueva biblioteca en la parcela de equipamientos que hay junto al centro de formación Atenea y el pabellón de Salou Ponent, en la avenida Pau Casals. Una inversión que se cifró en su día en 3,5 millones de euros. Siete años después, todavía no hay proyecto redactado y el alcalde, Pere Granados, plantea llevar este equipamiento al futuro Eix Cívic. Mientras, los problemas de espacio en la Biblioteca actual siguen creciendo y los usuarios y trabajadoras reclaman mejoras urgentes.
Fuentes de alcaldía han explicado al Diari que «el cambio de ubicación de la nueva biblioteca a este ámbito responde a la voluntad de instalar los equipamientos culturales de Salou en sitios céntricos y cercanos a la ciudadanía». Actualmente, se está redibujando toda la zona de equipamientos que se levantarán en el Eix Cívic una vez se desmantelen las vías.
Nueva zona de equipamientos
Con la nueva propuesta de ordenación que se está elaborando, Granados plantea instalar allí otros equipamientos y servicios, como un gran parking público, un centro museístico de interpretación histórica, un espacio de coworking, un centro infantil o la escuela oficial de idiomas, situada actualmente en una ala de las dependencias del Ayuntamiento.
Más allá de la ubicación, las responsables y los usuarios de la Biblioteca Municipal urgen a ganar espacios cuanto antes para poder desarrollar su actividad con todas las comodidades. La sensación generalizada es que el edificio de la calle Ponent, en pleno núcleo histórico, es insuficiente para el volumen de gente que pasa a diario.
«Yo ya estuve cuando abrió la Biblioteca y lo cierto es que se ha quedado muy, muy pequeña. Hace falta una nueva», asevera Cecilia, una vecina de Salou que es una usuaria muy activa. «Por lo menos tendrían que plantear llevarse las zonas de niños pequeños y adolescentes a otro lugar, porque el espacio que queda para los libros es muy limitado. No se entiende que vayan retirando ejemplares y que no puedas encontrar fondos más antiguos», lamenta, al tiempo que reclama un horario más amplio y más actividades culturales.
En esta línea, Eva, que hace uso del préstamo de libros y participa en el club de lectura, sostiene que «el espacio que hay es muy pequeño y te encuentras siempre bastante gente. Si hubiera más salas se podrían organizar más actividades alrededor de la lectura».
Ese es precisamente uno de los handicaps que se encuentran las responsables de la Biblioteca. «No tenemos una sala de actos. Hay espacios de consulta o de estudio donde se hacen actividades, pero si hacemos una cosa tenemos que dejar de hacer otras. Con más sitio se podrían programar muchas más actividades», exponen. En este sentido, el espacio para exponer el fondo bibliográfico también se ha terminado y «si queremos actualizar las estanterías, tenemos que eliminar otros libros y llevarlos al almacén, donde es como si no estuvieran» señalan.
Un problema añadido que se encuentran en la Biblioteca de Salou es la presencia de mucha población flotante que también hace uso de las instalaciones, sobre todo en los meses de verano. Uno de esos usuarios puntuales es Carlos, que está estudiando un máster en Madrid pero se encuentra de vacaciones en Salou y aprovecha para estudiar y avanzar trabajo. «Ahora puedes estar tranquilo a ciertas horas, pero este verano sí que había demasiada gente y se notaba que es pequeña para todas las personas que vienen», dice.
«La pandemia supuso un pequeño respiro, pero el volumen de usuarios está creciendo de nuevo y este verano, que ha sido el primero sin restricciones, hemos tenido mucha gente y muchos problemas de espacio», reconocen desde la Biblioteca. Es por ello que piden darle prioridad al proyecto de la nueva biblioteca, independientemente de cuál sea su ubicación final.