Restos del barco hundido en Coma-ruga llegan a la playa de Les Madrigueres
Alertan del riesgo de bucear entorno a los restos del velero
El mar sigue sacando a la costa restos del barco que quedó embarrancado hace dos meses frente al puerto de Coma-ruga y a escasos metros de la playa y que este sábado se hundió.
El oleaje y las corrientes han arrastrado restos del velero hasta la playa de Les Madrigueres a más de un kilómetro de distancia.
Desde el primer momento que se vio hundimiento y que llegaban a la playa restos del barco a la orilla se prohibió el baño en ese área de Coma-ruga junto al puerto y acotó la playa ya que también salían hierros y clavos.
Ahora urge una intervención para sacar los retos del barco del fondo marino. Pero parece difícil esa necesaria rapidez si se tiene en cuenta que el velero ha estado encallado más de dos meses sin que las administraciones se pusiesen de acuerdo en quién debía de sacarlo de la trampa de arena en la que cayó.
Bucear
La situación preocupa porque si con el barco medio sumergido ya era un peligro para quienes se acercaban y se lanzaban al mar desde él pese a la escasa profundidad, ahora puede haber quien se acerque buceando.
Los socorristas alertan que hay cuerdas y cabos que pueden atrapar a algún bañista, además de que los fragmentos de fibra que suelta son muy cortantes. Y el desmembramiento puede dejar por la zona hierros y clavos por lo que piden no acercarse.
Los bañistas de Coma-ruga lamentan el retraso en toda la situación del velero hundido y que durante meses no se haya impedido que muchos se acercasen a la embarcación para lanzarse de cabeza o incluso entrar en un camarote medio hundido y lleno de agua.
Combustible
El posible hundimiento era una posibilidad de la que ya avisó el propietario del velero. Cualquier golpe de mar, cambio de mareas o movimiento de la arena podría acabar fracturando el casco y que el barco se hundiese.
Ahora el riesgo también es el del depósito de combustible que ha quedado hundido pero se desconoce su estado. Según se ha explicado al Diari se cree que puede haber poco combustible. No más de 25 litros, pero que puede contaminar la zona y además está la cercana reserva marina de Masia Blanca.
También comenzará un proceso para intentar determinar responsabilidades. El propietario asegura que ya intentó sacarlo con una empresa especializada hace unas semanas, pero no se consiguió pese haber pagado la factura de la intervención. El dueño del velero había pedido ayuda para rescatar el barco de la zona, pero denuncia que nadie le ha atendido.
¿Quién paga?
¿Quién debe sacarlo del agua? y sobre todo ¿quién paga esos trabajos que debe hacer una empresa especializada?
La historia del barco encallado ha motivado una sucesión de desencuentros. El propietario acusó al puerto de no tener correctamente señalizado el carril de entrada en una zona de poca profundidad. El puerto replicó que el canal estaba señalizado, dragado, y que el patrón no siguió las indicaciones.
Con el barco ya embarrancado el dueño pidió ayuda y denuncia que nadie se la dió. Contrató los servicios de una empresa de reflotación pero dicha empresa no consiguió rescatar al barco.
Mientras, el velero era objeto de saqueo y zona de juegos para muchos. El dueño dijo que intentaría sacarlo por sus medios pero Capitanía Marítima lo prohibió y señaló que sólo daría autorización si los trabajos los hacía una empresa especializada y con un plan de rescate definido y supervisado.