Así es el ‘nuevo’ turista de la Costa Daurada

Crónica. ‘Face to face’. Los directores territoriales de Turismo de la Generalitat de once países hablaron personalmente con empresarios del sector para atender sus dudas e inquietudes

El turismo de sol y playa se acaba. Y no, no me refiero a que precisamente hace escasos días, tras el puente del Pilar, el sector ha dado por concluida la temporada 2023. Me refiero a eso, a que se acaba, definitivamente, sin más. Ahora, el turista que visita la Costa Daurada va más allá. Busca el sol, busca la playa y busca las inmejorables temperaturas que tenemos aquí, sí. Pero también quiere cultura, deporte, gastronomía y un sinfín de ofertas más que, por qué negarlo, nuestro territorio está más que preparado para ofrecer.

De esto, de cómo atraerlo, de qué estrategias seguir, y de otros etcéteras más es de lo que hablaron ayer en el Infinitum Beach Club Costa Daurada –en Salou– los directores territoriales de la Agència Catalana de Turisme (ACT) de la Generalitat de once países, con una treintena de empresarios del sector, de toda Catalunya –14 de ellos de la Costa Daurada–.

El encuentro se enmarcó dentro de las jornadas profesionales Mercats Emissors de Turisme, en las que los interesados hicieron hasta 200 face to face, donde los directores territoriales de la ACT resolvieron dudas, aconsejaron y valoraron todas aquellas cuestiones que hoteleros, responsables de campings, y otros de alojamientos rurales, les plantearon para mejorar y atraer el mayor número posible de turistas de calidad a nuestro territorio.

Desestacionalizar, como base

Ante las tendencias de los últimos años y en previsión a las venideras, los mercados extranjeros coinciden en trabajar, básicamente, dos ejes esenciales para mejorar tanto en cantidad como en calidad de turistas que nos visitan: la desestacionalización de la temporada y el huir de la ‘típica’ oferta del sol y playa.

Así, por ejemplo, Josefina Mariné, directora de la oficina de la ACT en París, insiste en la importancia de desestacionalizar la temporada. «Este debería ser un objetivo clave para todos», clama. En nuestra zona, no es tarea difícil: «tenemos una climatología fantástica, con una oferta complementaria excepcional. Hay que posicionarla como una destinación experiencial». Mariné asegura que «el 60% del turista francés busca un recurso cultural. Aquí hay Tarragona, con un patrimonio Mundial de la Unesco ‘brutal’. Y Reus, que acaba de celebrar el 100 aniversario del nacimiento del modernista Doménech y Muntaner».

Esta postura la comparte también Montserrat Sierra, directora de la oficina de la ACT en Europa Central: «Hay que focalizar la temporada entre primavera y otoño, cuando en Alemania hay vacaciones escolares», apunta, e insiste en que «no hay que centrase en el sol y playa, aunque los alemanes busquen eso, sino ampliar la oferta a la cultura, el enoturismo, la gastronomía y el turismo activo».

El director de la oficina de la ACT, Aicard Guinovart, también reconoce que «el turista británico venía por el sol y playa, pero es un mercado muy maduro y que conoce bien el territorio, gracias a lo cual ahora podemos ofrecerle microproductos como la gastronomía o el cicloturismo e incluso, la observación de aves».

Finalmente, para que no se diga, tuve curiosidad por saber algo acerca de un turismo poco conocido por nuestras tierras, y hable con Raúl Guerra, director de la ACT en Àsia y el Pacífico. Me confirmó que «nuestro territorio todavía está por explorar». Aun así, cuando vienen, cada turista puede llegar a gastar entre 300 y 400 euros por día. Señores, casi nada.