Nadar entre una especie que ha retornado y ser consciente de su valor natural

Crónica

Aprender desde dentro. 75 alumnos de la Escola Molí de Vent se ‘sumergieron’ en el mar de Torredembarra para conocer de primera mano el proyecto de recuperación del mejillón, llevado a cabo por la asociación NAR

Hace unos meses, en el mar de Torredembarra volvió a habitar el mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) 30 años después de haber desaparecido del litoral de la zona. Esto se consiguió gracias a la Associació Natural Art Reef (NAR), que con el apoyo de la Diputació de Tarragona, iniciaron el proyecto ‘Participación ciudadana para la conservación y restauración del mejillón mediterráneo’ y trabajaron para restaurar la especie perdida. El proyecto se encuentra en la fase de divulgación y sensibilización a la población, especialmente a los más pequeños, sobre la importancia del patrimonio natural y las posibilidades que tienen a su alcance para conservarlo.

La asociación está comprometida con acercar el mar a la sociedad y enseñar a los torrenses la riqueza natural que poseen. Por eso, después de realizar talleres en las escuelas, propusieron a la Escola Molí de Vent hacer una salida con los alumnos para que conociesen de primera mano la iniciativa.

Ayer, los 75 niños y niñas de cuarto de primaria, pasaron un día lleno de aprendizajes y disfrutaron de nuevas experiencias de las que, seguro, se llevaron un buen recuerdo. Al llegar al puerto, el curso se dividió en tres grupos para empezar las actividades que la asociación había preparado. Un grupo hizo una excursión al faro de Torredembarra, que tiene la torre más alta de todos los faros de Catalunya, y así pudieron descubrir el interior y la historia del edificio tan característico del pueblo.

Otro grupo se quedó en el puerto y realizaron diferentes juegos sobre biodiversidad dirigidos por Iranzu e Irene, oceanógrafa y bióloga de NAR.

Los alumnos del tercer grupo, divididos en un catamarán y una lancha, entraron al mar para ir a ver el biotopo Antina, el primer gran arrecife natural subacuático creado en el mediterráneo. La emoción, e incluso nervios, de los niños y niñas era notable, para algunos de ellos era la primera vez que montaban en barco. Al llegar a la superficie donde se encuentra el biotopo, situado a una milla del puerto, pudieron observar mucha diversidad marina, como peces voladores, gaviotas, e incluso un delfín. Todos mostraron un gran asombro, no todos los días se ve a este cetáceo en persona, y, aunque en esta época hay bastantes por la zona, es difícil de encontrarlos en el momento y espacio preciso.

Después, capitaneados por Miquel Rota, propietario del centro de buceo M.Roca Diving, y Max Rota, presidente de NAR, se dirigieron hasta el parque de biotopos de Torredembarra, donde todos pudieron bañarse y observar de cerca la riqueza natural que albergan estos entornos. En ellos habitan nudibranquios, fredis, pulpos, sardinas... y ahí se encuentran los colectores de mejillones.

«Pocas veces podemos tener estas experiencias, conocer de cerca proyectos que son pioneros en nuestra zona. A los niños les interesa mucho, además de aprender, disfrutan con estas actividades» expresó Joan, tutor de una de las clases de cuarto.

Para los alumnos, el día de ayer fue toda una experiencia inmersiva de la que se llevaron un gran aprendizaje y una vivencia única en un entorno natural el cual, saben muy bien, tienen que proteger y cuidar.