Localizan restos de praderas de posidonia recuperables en Calafell
El centro de recuperación intentará la reproducción y la repoblación
El sondeo realizado en el litoral de Calafell para intentar detectar praderas de posidonia ha comprobado la presencia de la planta marina en un tramo entre la zona de L’Espineta y el monumento al pescador.
La asociación Anèl·lides impulsa el proyecto Posidònia activa para identificar las zonas donde puede haber praderas de la planta para delimitarlas y cartografiarlas con el objetivo de que tengan una mayor protección.
La posidonia localizada en Calafell es muy residual y está muy dañada, pero según explican los expertos que han realizado el sondeo es recuperable ya que también se han encontrado plántulas que son las plantas que están en sus primeros estadios de desarrollo.
Además de esos brotes se ha comprobado la presencia de Cymodocea nodosa otra planta que suele preceder a la posidonia y prepara el suelo marino para su asentamiento. Los buceadores de Anèl·lides consideran que es un indicador de que la posidonia puede recuperarse. Si embargo el proceso es muy lento y requiere de un gran control para evitar las amenazas.
Las anclas
El principal objetivo es geolocalizar la zona para que navegantes sepan que no deben lanzar sus anclas ya que el arrastre es la principal amenaza directa para esas plantas que ayudan a frenar el impacto de las olas sobre las playas además de asentar la arena y ser refugio y zona de cría de muchas especies de fauna. Además son un pulmón para el mar y absorbe CO2.
El concejal de Ecología Urbana Aron Marcos explica que Guardia Civil y Mossos d’Esquadra, con equipos marítimos tendrán ubicada la zona para facilitar su vigilancia. Además en la zona se instalará una cámara de vigilancia enfocada al mar para detectar incursiones de barcas y motos de agua. La pesca de arrastre, las anclas de las barcas que arrancan los rizomas son las principales amenazas.
Inicialmente se habían localizado vestigios de la presencia de la planta en un área próxima a Sant Salvador y otra junto al puerto de Segur. Sin embargo donde hay mayor capacidad de recuperación es el área indicada por Anel·lides.
Temporal
En algunos momentos tras un temporal es habitual que el mar saque a la playa restos de posidonia lo que indica su presencia e los fondos.
Una vez localizados espacios donde la posidonia tiene posibilidades de recuperación con la necesaria protección, Calafell plantea el reto de intentar la reproducción. La planta es de un crecimiento muy lento. La posidonia degradada tardaría unos cien años en volver a brotar y recuperarse por completo de forma natural, por lo que se va a intentar acelerar ese proceso en acuarios.
El Centre d’Acollida i Refugi d’Amfibis i Rèptils (CREAC) intentará la reproducción en sus instalaciones y de lograrlo plantará los brotes de nuevo en los arenales sumergidos. En Baleares se han impulsado campañas de repoblación de posidonia por los beneficios que tiene para el fondo marino y para las playas.
Los diferentes intentos de reproducción y repoblación de posidonia ha dado resultados dispares. En Calafell se intentará ayudar a agrandar la zona donde se han encontrado restos de la planta.
Con los resultados de los sondeos de la asociación Anel·lides que da posibilidades de recuperación de la especie en Calafell se impulsará una iniciativa que de tener resultado podría ampliarse a otras zonas.
La posidonia se utilizaría así como otro elemento para la resistencia de las playas ante los temporales.
Barreras
Las hojas de posidonia que los temporales sacan a la orilla son beneficiosas incluso en la arena. En muchas costas esas plantas se dejan durante la temporada de invierno ya que son la barrera más efectiva para frenar el impacto de las olas.
Los restos de posidonia son también refugio de muchos invertebrados vitales para el ciclo marino. En su degradación las olas también aportan nutrientes necesarios a las playas.
Retirar la posidonia de la orilla de las playas motiva también hacerlo de toneladas de una escasa arena.