Las demandas de la gente mayor de Vila-seca llegan a la alcaldía

El Consell de les Persones Grans comunica sus preocupaciones sobre movilidad, vivienda, bienestar y actividades para la tercera edad

Tras un año desde su constitución oficial, miércoles se celebró la Sesión de Retorno del Consell de les Persones Grans de Vila-seca. En esta reunión, sus miembros han podido trasladar sus preocupaciones y propuestas directamente al Ayuntamiento. Durante los últimos meses, sus veinte integrantes –todos residentes del municipio, mayores de 65 años– se han reunido trimestralmente para plantear y poner en común inquietudes, problemas y soluciones para el bienestar de su comunidad. Finalmente, en esta sesión anual, han podido comunicar todo ello al alcalde Pere Segura y a la concejala de Acción Social y Políticas de Igualdad, Lucía Teruel.

En la sala de plenos, doce de los miembros del Consell han ido planteando sus propuestas, siempre constructivas, a la alcaldía, agrupadas por diferentes ámbitos, a las cuales han ido respondiendo y atendiendo una a una. El primer bloque, por su importancia, ha sido dirigido a asuntos de salud y bienestar de la gente mayor. A grandes rasgos, las proposiciones se han centrado en la relación entre los centros sanitarios y sus usuarios. Se destaca la necesidad de un servicio de urgencias por las mañanas, una mayor presencia de especialistas sanitarios y una agilización del servicio de atención vía telefónica.

El ámbito más extendido ha sido el de urbanismo y movilidad. En este, Isabel Sánchez ha solicitado nuevas rutas del autobús municipal y más amplias; asimismo, más paradas en el núcleo de La Plana (solo tiene una, en la entrada). A ello, Segura ha alegado que, pese a que son propuestas justificadas con las que está de acuerdo, debe considerarse el elevado coste de este servicio. «Todo tiene un coste y no podemos cargar aún más a la gente con impuestos, debemos encontrar el equilibrio dentro de nuestras posibilidades», asegura defendiendo que se estudiarán medidas para gestionar eficientemente el transporte público. Cabe destacar que la actual línea de bus que lleva a La Plana es un servicio deficitario que apenas tiene usuarios. El alcalde ha aprovechado para expresar que el bus municipal de Vila-seca, pese a su coste anual de 500.000 euros, es un éxito, con unos 200.000 usuarios. Por ello, no se plantea que este deje de ser gratuito.

Aún sobre urbanismo, el Consell ha reclamado la construcción de un paseo peatonal que conecte La Plana con el centro, como continuación del Raval de la Mar. Sin embargo, el consistorio ha respondido que, a pesar de que este proyecto ya está en estudio, la instalación de la estación ferroviaria intermodal entre los dos núcleos plantea ciertas limitaciones.

Sobre actividad deportiva, Dolors Soronelles ha solicitado más parques de salud en el centro y en La Plana, un gimnasio con actividades dirigidas para gente mayor y la promoción de caminatas. A ello, la concejala ha respondido que «no debe ser la administración la responsable de iniciativas como caminatas, aunque siempre estará de su lado». También ha añadido que trabajarán en la disposición de más guías y monitores para las distintas actividades físicas.

«Necesitamos orientación e información para poder adaptarnos al uso de nuevas tecnologías, internet e Inteligencia Artificial», ha reclamado Rafael Ramos, de 90 años. Ramos ha aprovechado su intervención para agradecer los canales de información que está impulsando el consistorio para que los mayores puedan conocer las distintas actividades y servicios municipales; en especial la revista de información municipal que se envía por correo –pese a que no ha podido llegar a todos los vecinos–. Rafael también ha solicitado que se sigan promoviendo y reforzando los servicios para ancianos ya operativos, como la teleasistencia gratuita, que ha descrito como «maravillosa e indispensable».

Compromiso con el envejecimiento y el futuro

El último punto tratado ha sido la vivienda, que se ha centrado en la necesidad de una mayor red de voluntarios que pueda asistir a las personas mayores, acompañarlas, ayudarlas y evitar que se sientan solas. Finalmente, Miguel Linares ha planteado a la alcaldía que, a medio-largo plazo, se requerirá de un nuevo modelo de residencias «menos hospitalario», dado el constante envejecimiento de nuestra sociedad. Se tendrá que aumentar el número de estas y asegurar que puedan ofrecer un equilibrio entre la asistencia y autonomía de los usuarios. El alcalde se ha comprometido al respecto: «esperamos que toda la sociedad sea capaz de enfrentar estos retos de futuro mayúsculos; desde el ayuntamiento haremos todo lo que esté en nuestras manos para conseguirlo».

Se cierra la sesión y tanto el Consell como el gobierno municipal valoran positivamente el funcionamiento de esta iniciativa. Los mayores confían sobre todo en el Ayuntamiento como administración que vele por su bienestar y, de este modo, se puede empoderar a la comunidad y darle la oportunidad de codecidir y cogestionar las políticas y medidas. «Así lo hacen las sociedades maduras responsables –concluyó Segura– nuestra obligación es escucharos, mejorar los proyectos que estamos impulsando y trabajar en favor de vuestros intereses».