La planta que puede salvar las playas vuelve a Calafell
La aparición de posidonia en la orilla revela una posible pradera cercana
En las últimas semanas los temporales han arrastrado hasta la orilla de las playas de Calafell gran cantidad de restos de posidonia, una planta vital para el ciclo marino que está muy amenazada y que se intenta preservar por todos los medios por su papel esencial para el medio.
Lo que algunos podrían considerar que es una suciedad que ha sacado el mar, en realidad es un proceso natural que incluso revela esperanza para la protección de las costas. Que la marea haya sacado a la orilla restos de posidonia puede indicar que en un área próxima hay una pradera de la especie.
El pasado año la organización Anèl·lides y Oceánicos inició un proyecto para localizar praderas de posidonia en la zona de Coma-ruga y Sant Salvador con el objetivo de preservarlas e impulsar acciones que eviten daños por lanzar anclas que arrastren las plantas.
La llegada de posidonia a la costa es después de muchos años que no se veía y presume de que la planta pueda estar recuperándose por la zona. El concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aron Marcos, señala que se deberá hacerse un rastreo para intentar localizar praderas.
De hecho, una de las propuestas aprobadas en los presupuestos participativos para este año es impulsar la repoblación de posidonia, a lo que se destinarán de 200.000 euros.
La posidonia es una garantía para la protección de las playas ya que frena la fuerza de las olas y asienta los fondos además de ser refugio, zona de cría y alimento para muchas especies marinas, absorben CO2 y producen oxígeno.
Estudio
Calafell impulsará un estudio para intentar localizar la presencia de la planta. Hace décadas muy extendida, había desparecido prácticamente por el arrastre de las anclas, el dragado para hacer regeneraciones como las de hace 30 años o la turbidez del agua por la falta de depuración.
Los restos de posidonia que ha sacado el mar también deben dejare en la orilla, por lo menos hasta que empiece la temporada de baño ya que conforman una barrera que frena el impacto del oleaje además de retener la arena en suspensión que llevan las olas.
En cuento a la recuperación es difícil y en algunos puntos de la costa ya se intenta repoblar los fondos marinos, pero es una planta de crecimiento muy lento y está muy amenazada. Por ello es necesario delimitar y dar a conocer su ubicación para intentar evitar el fondeo en las zonas de praderas.
La localización de posibles praderas en la zona que se consideran podrían estar entre los puertos de Coma-ruga y Cunit, también permitirá realizar un seguimiento para comprobar su evolución, crecimiento o retroceso e impulsar de protección.
Barreras
El doctor en Geología y en Geografía Francesc Xavier Roig destaca la necesidad de dejar la posidonia en la orilla porque no es un residuo.
La retirada puede acabar con la propia playa ya que sacarla supone sacar también toneladas de arena. Esas barreras de posidonia se llaman arribazones y suelen indicar que hay una pradera cercana, además de un indicador de la calidad de las aguas, además de una barrera para los temporales.
Aportan arena para la playa y materia orgánica para la vegetación dunar por lo que ayuda a estructurar las playas. Históricamente los agricultores usaban esas acumulaciones de posidonia desde para hacer colchones a aislante de tejados.
En algunas zonas como Ibiza y Formentera la planta se recoge la planta antes del verano y se vuelve a poner en la orilla tras la temporada. Roig lamenta que la posidonia esté «criminalizada» y no se haya valorado como elemento esencial de la playas por lo que debería realizarse una gestión correcta. Calafell plantea ahora cómo tratar esa cantidad de posidonia que permanece en la orilla a las puertas de la temporada de los bañistas.