La pata mandarín y la bolsa de Burger King en Calafell

La especie es muy apreciada por los vivos colores de los machos

La imagen bien podría ser una alegoría de la globalización. Una especie foránea rebuscando en una bolsa de una de las cadenas de comida rápida tirada en un aparcamiento de Calafell. Un símbolo que debería hacer reflexionar.

Llevaba días asentada en la zona del Estany de Calafell, una lengua de agua natural que desemboca en el mar, aunque ahora está cerrada la salida. Sin embargo ya podía vérsele también en el aparcamiento de la estación, lo que podía suponer un peligro para el ave.

Las características del pato han llamado la atención de los vecinos ya que no es como los que nadan en esa lengua de agua. Una vecina ha fotografiado al ejemplar mientras el ave rebuscaba comida en una bolsa de Burger King y se ha cuestionado por la especie.

Muchos vecinos en las redes sociales han preguntado sobre la especie de ese pato diferente a los que pueden verse en el Estany.

Ornamental

Es un pato mandarín. La especie no es autóctona y suelen ser particulares que los tienen machos por sus vivos colores.

Sin embargo por esa afición a la especie, puramente ornamental, y por alguna fuga, el pato mandarín está ganando espacios en Catalunya donde se han detectado colonias en el lago de Banyoles, el Vallès, la Noguera o la Costa Brava.

La presencia de la pata (la vista en Calafell es una hembra) ha hecho pensar que podría ser que la especie hubiese llegado también a Calafell para asentarse.

La pata rescatada en Calafell

El animal está anillado por lo que se cree que ha podido ser liberado intencionadamente o que se ha escapado de una casa.

La vecina ha alertado al Centre de Recerca i Educació Ambiental de Calafell (Creac) que lo ha recogido. El director del centro, Daniel Fernández, descarta que haya una colonia de pato mandarín asentada en Calafell.

«Es una hembra solitaria que posiblemente se haya escapado de alguna casa». En este sentido explica que se ha recogido y comprobado que estaba anillada.

El ejemplar se ha entregado a un vecino que ya tiene otras aves para su cuidado.

Un pato mandarín.

El pato mandarín es originario de China, Japón y Siberia aunque se ha introducido en diversos puntos de Europa, por lo que su expansión está siendo acelerada. Y más si se liberan en el medio.

El mandarín es desde hace años escogido por su colorido plumaje especialmente de los machos con un copete rojo con brillos metálicos de color verde y dos franjas laterales de color blanco o crema muy claro, ojos oscuros y el pico rojo coral. El de las hembras es más apagado.

La especie es muy buscada por quienes tienen en su casa estanques y zonas ajardinadas.

Sin embargo los expertos recuerdan que debe evitarse que los ejemplares queden libres en el medio. En el caso del pato mandarín es competencia de pájaros carpinteros, búhos y otras especies autóctonas por las cavidades en los árboles.

También puede competir con algunos pájaros por los recursos alimentarios. Se ha observado patos mandarines echando pájaros como grajillas, estorninos, gallineta común o palomas torcaces.

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