La música de la FiM ya suena en Vila-seca
El certamen arranca con los conciertos de December Quintet y Sara Aldana y los alumnos y alumnas de los colegios como público
Los acordes, las melodías, la emoción de los estribillos, conquistaron la rutina de Vila-seca pronto, madrugaron para avisar de que la FiM había inaugurado su edición 20. No es poca cosa, porque la cultura ha visto su salud amenazada en varias ocasiones, pero la Fira de Música Emergent i Familiar ha resistido. Por eso vive un instante de bonanza, sólo basta con asomarse por el Castell y comprobar cómo los profesionales del sector aposentan armas para disfrutar de un fin de semana largo, con trabajo y ocio a partes iguales. Más de 400 se han acreditado para la cita. La FiM se encuentra en sus pensamientos. Excelente síntoma.
Entre el primer café y algún bostezo necesario, asomaron por el escenario December Quartet y Sara Aldana, dos propuestas de registros distintos, pero cuidadas, muy atentas a los detalles. Las dos disfrutaron del alumnado, porque los colegios de Vila-seca se vuelcan con una feria que ha alcanzado un arraigo sin sospechas, la FiM se encuentra entre los amuletos de patrimonio más preciados de la ciudad.
Aldana, con sus ritmos pegadizos y una dulzura en la voz delatadora, provocó jarana entre los jóvenes, alguno y alguna decidió mover caderas a media mañana y eso que la calor invitaba a moverse poco, dio igual. Mientras, Carla Collado, con sus mensajes reivindicativos, el pop y algún ramalazo trapero decoró una matinal que prometía emociones fuertes. Hasta los shows fuera de hora llamaron la atención de los mánagers, muy atentos al talento desconocido. Eso es justamente lo que aporta la FiM, encuentra oro entre las tinieblas.
El tono aflamencado de Carmen y María amenizó la hora del vermú. Presentaron los indicios de su primer disco, basado en el groove y el soniquete, un estilo tan tradicional de lugares emblemáticos como el Café Berlín y Es Claustre.
Hubo ritmo para las familias, sobre todo con la aparición, ya de tarde, de la Ludwig Band, una banda que ha conquistado la escena con sus letras agudas y espíritu satírico. Con 6 discos en el bolsillo, la Ludwig decidió explorar un nuevo formato con un directo enfocado al público familiar, descubrió en él su lado teatral y divertido.
Entre show y show, en el interior del Castell, se daban encuentros profesionales entre los representantes de la industria que proponían ideas y que aprovechaban para establecer sinergias con otros compañeros de rango. “Es la primera vez que vengo, me comentaron que era un lugar tranquilo, fácil y lo corroboro”, refleja la mánager y representante del sello Foehn y de la agencia de booking Intacta, Natalia.
Mientras, Teresa, una programadora de Barcelona, aprovecha los pitchings para renovar relaciones con los mánagers y conocer sus nuevas propuestas. “Ya he venido varias veces y me ayuda a mantener y a hacer nuevos contactos”.
Los profesionales comprobaron como Belén Natalí, artista argentina afincada en Barcelona con una exitosa carrera internacional en reggae y cultura sound system en Europa y Latinoamérica, no defraudó expectativas. Probablemente estamos hablando de una de las figuras de la actuación versión del festival.
En un aire más íntimo, alejado del ruido excesivo, el cambrilense Apel·les Carod enseñó su virtuosa capacidad para adaptar el jazz a su violín.
La primera fecha se completó con apariciones interesantes como las de Alba Armengou y Filipin Yess. Para el desenfreno final estuvo Liduska, una coleccionista de discos y DJ residente en Barcelona, cuyo estilo fusiona Soul, Funk, Jazz, Hip hop, Reggae y Disco. Un fin de fiesta ideal para el primer sorbo de feria. Queda fiesta por delante.