La Manuela: la barca de pesca del Baix Penedès

Historia. La familia Nin, conocida como los Parranda, fueron la última saga de pescadores de la playa de Sant Salvador en El Vendrell con su barco verde chillón

Hay rastros de la historia que merecen veneración. Por lo que fueron, pese a que el paso de los años, el abandono y el olvido los condenase. Muchas veces la condena la ha dictado la desmemoria y desconocimiento.

Todavía quedan vecinos que recuerdan a la Manuela, aquella barca de pesca verde chillón de la familia Nin, conocida como los Parranda, la última saga de pescadores de la playa de Sant Salvador en El Vendrell, donde entonces había tres familias de pescadores en esa playa.

La Manuela faenó hasta 2013 y ya entonces quedó tumbada en la arena a merced de temporales.

La Associació Patí Calafell se dedica a recuperar barcas para restaurarlas y que puedan volver a navegar. Lo intentaron con la Manuela, en 2021 para intentar restaurarla, pero por su estado fue imposible, así que han comenzado a construir una réplica basandose en lo que quedaba.

Josep Inglada, de Patí Català Calafell, explica que hay un patrimonio que debe conservarse para saber de dónde venimos y quienes somos. Y conocer. Porque sólo así se crece.

Una réplica de la Manuela

Los trabajos para una réplica han comenzado en las instalaciones de la entidad en Calafell, un ecomuseo del mar donde descansan algunas de las barcas recuperadas o en restauración. Otras ya volvieron al puerto de Segur de Calafell.

La Manuela es más que la historia de una barca. Es la historia de la costa del Baix Penedès. Pescó y rescató a náufragos y ayudó al crecimiento de la zona.

Parranda Sord era hijo de Emili, el primer Parranda que pasó a dedicarse a la pesca cuando cesó la actividad de botero.

A principios de los años 40 el Parranda Sord hizo construir un bote en Cambrils y le puso Manuela, el nombre de su esposa.

Eran largas y duras jornadas, de media tarde a la noche. La pesca se llevaba al pósito de Calafell para ponerla en hielo. A las tres de la madrugada se recogía y volvía a lanzarse la red antes de regresar a Sant Salvador.

La barca es también un reconocimiento a las mujeres dedicadas al mar y que la historia también ha relegado a un injusto olvido.

Manuela ayudaba en barcas de pesca y vendía el pescado en las casas. Hasta los 79 años ayudó a su marido en las tareas pesqueras y más tarde a su hijo Feliu a recoger la barca.

Con la regeneración de la playa a principios de los años 90 ya era difícil devolver la barca a a arena . El Miliu y su madre recibían entonces la ayuda de los veraneantes. Ls fuerzas no eran las mismas y la actividad pesquera ya no daba como antes.

Ahora queda que la nueva Manuela vuelva a lucir su verde chillón. Y que pueda explicarse la historia de aquella barca que es también la de una tradición y un pasado que no debería olvidarse.

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