La costa, en vilo por el paso de la borrasca Ciarán
El temporal de mar provoca nuevos daños en Altafulla e inundaciones en playas y paseos
El paso de la borrasca Ciarán por la Costa Daurada ha dejado este jueves un nuevo temporal marítimo con fuertes rachas de viento y olas que han superado los 4 metros de altura en algunos puntos del litoral. Aunque no se han tenido que lamentar grandes afectaciones, playas borradas por el mar, paseos inundados y nuevos desperfectos en el paseo de Altafulla han sido las principales consecuencias del segundo temporal de mar que golpea la costa en menos de dos semanas. El Servei Meteorològic de Catalunya mantiene los avisos por fuerte viento y mala mar para viernes y sábado.
El fuerte oleaje y la crecida del mar ha provocado la desaparición de la arena en buena parte de las playas y que el agua de mar se comiera paseos como el de Jaume I, en Salou, o el del Cap de Sant Pere, en Vilafortuny. El final de la temporada turística y el desmontaje de la mayoría de servicios de playa, así como las medidas de prevención tomadas por los ayuntamientos ante la previsión de la borrasca, evitaron males mayores.
Un día más, el foco de atención ha vuelto a estar en el paseo de ha llevado a cabo una nueva actuación de emergencia para evitar que el pavimento del paseo, cortado desde el martes por precaución, continúe cediendo. A los desprendimientos de los últimos días, se suma ahora una nueva grieta en una sección de unos 20 metros en el lado de paseo que toca a Torredembarra.
«Llevamos dos semanas de temporal. La arena que se repuso en mayo ya hace días que no existe y las olas ahora están picando por debajo del paseo y se están llevando la arena compactada de años donde reposa parte de la escollera que aguanta el paseo», explica el coalcalde de Altafulla, Jordi Molinera.
En los últimos dos días, el consistorio altafullense está reforzando el subsuelo del paseo con la colocación de piedras que protejan la escollera del fuerte oleaje para evitar así nuevos desprendimientos. Este jueves, han llegado más camiones con rocas procedentes de la cantera de Ferran y tres máquinas excavadoras han estado trabajando durante horas para colocarlas frente al paseo a modo de cortaolas.
«Es una actuación de urgencia y a corto plazo para evitar perder más metros de paseo. Cuando el mar se calme, Costas del Estado podrá llevar a cabo la reposición prevista de la escollera y será el momento de valorar daños y pensar qué actuaciones se tienen que hacer a medio plazo», señala Molinera, que pide la implicación de todas las administraciones para salvar el paseo.