Jordi Barberà (Cambrils en Comú): «Vale la pena que estemos en el gobierno»
El concejal de Cultura evapora las dudas sobre su salida del ejecutivo y dice que la coalición actual «es la acertada»
Quizá ha sido fruto del estío, de la reflexión sosegada o quizá de la resignación, pero los cierto es que las aguas en Cambrils en Comú vuelven a la calma. A principios de verano, el portavoz y único concejal del grupo en el Ayuntamiento, Jordi Barberà, hacía estallar la primera gran crisis del gobierno local con unas declaraciones al Diari que eran una especie de ultimátum a sus socios de gobierno. Pedía cambios profundos o dejaba su cargo para irse a la oposición. «Las cosas no funcionan y el Ayuntamiento no está dando respuestas como debería hacerlo», criticaba hace apenas tres meses.
Unas palabras que ahora tacha de «vicisitudes que no pude evitar hacer públicas, no sé si de manera acertada». Así lo expresaba este lunes en un acto organizado por el partido en el Centre Cultural, junto al diputado Fèlix Alonso. Una charla que pretendía ser una rendición de cuentas a la ciudadanía tras el primer año de mandato. «Vale la pena que estemos en el gobierno. Es en el gobierno donde se pueden cambiar las cosas», explicó frente a la decena de simpatizantes que acudieron al acto con el que arrancaba el curso político.
Dentro del tablero de ajedrez que es la política de Cambrils, el espacio que ocupa hoy Cambrils en Comú siempre había tenido cierto protagonismo. Tras cuatro años sin representación, en los últimos comicios, volvía a conseguir un concejal en la figura de un nuevo candidato, Jordi Barberà. Un político con experiencia en las trincheras, pero que se vio formando parte de un gobierno a cuatro bandas sin bagaje previo en el consistorio. Algo que él mismo cree que le pasó factura.
«Tiene una parte traumática entrar en un gobierno y de golpe esperar que pasen cosas. Tú mismo te exiges porque esa es la responsabilidad que has asumido. Es mucho más cómodo trabajar desde la oposición, me imagino. Hay plenos en que los envidio», afirmó. En este sentido, lamentó que «los cambios dentro de la administración son lentos. Es una especie de dinosaurio que cuesta mucho de mover». A pesar de ello, «el balance es positivo. Vale la pena mojarse», manifestó, al tiempo que defendió que el gobierno municipal ha logrado cambios estructurales para agilizar el funcionamiento interno del Ayuntamiento. «Un trabajo silencioso, pero necesario», dijo.
«Esta alternativa de gobierno es la acertada», lanzó, añadiendo, de forma casi apocalíptica, que «cualquier otra aritmética que se me pueda acudir, no la visualizo y la veo mucho más terrible que las dificultades que se haya podido tener como gobierno de coalición».
Unas «dificultades» que en junio eran «continuas deslealtades» entre los socios de gobierno, pero que ayer veía como «lógicas». «Somos once regidores, cada uno con sus manías, su carácter y expectativas y eso no es cosa fácil. Se han podido hacer cosas durante este año y creo que en los próximos tres se podrán hacer muchas más», reflexionó.