Una veintena de escuelas del Baix Penedès denuncian una situación de «emergencia educativa»
Junto a direcciones de centros del Garraf y del Alt Penedès, le han entregado una carta a la consellera de Educació, Anna Simó: «El sistema se aguanta por la buena voluntad de maestros y equipos directivos»
Un total de 78 centros educativos del Garraf y del Penedès le han entregado este jueves en Barcelona una carta a la consellera de Educació, Anna Simó, en la que denuncian que actualmente se encuentran en una situación de «emergencia educativa».
Desgranado por territorios, son 27 centros del Garraf, 32 del Alt Penedès y 19 del Baix Penedès. «Queremos una educación pública de calidad y con unas escuelas que puedan ser capaces de ofrecer igualdad de oportunidades a nuestro alumnado».
«Pero, ahora mismo, no tenemos un sistema capaz de hacer frente a las realidades de la sociedad en la que vivimos y la que tenemos en las aulas», denuncian. Además, argumentan que «el Departament es consciente de este cambio e incumple sus propias leyes sistemáticamente».
«El papel lo aguanta todo, pero la realidad no, y es que en las escuelas necesitamos más personal y más horas para coordinarnos; si queremos que los resultados académicos mejoren, necesitamos más profesores y ratios más bajas», manifiesta la carta.
Insisten en que el reto del sistema está en ofrecer bienestar y ser inclusivos. No obstante, remarcan que, para eso, «es necesario que, en las escuelas, aparte de maestros, haya profesionales especializados como logopedas, psicoterapeutas, enfermeras en determinados casos...».
«La alternativa a no hacer esto, a no aumentar el presupuesto en educación, a no tener más maestros y no tener más profesionales especializados, es un sistema público que se aguanta por la buena voluntad de maestros y equipos directivos», destacan.
En esta línea, desde UGT, su secretario de organización de servicios públicos en Anoia, el Penedès y el Garraf, Jesús Martín, indica que «es una incongruencia que la consellera diga que quiere bajar las ratios en infantil y primaria cuando, en realidad, lo que está haciendo es cerrar líneas; son recortes encubiertos».
«Desde hace tiempo, el Garraf es considerada como una zona de educación inclusiva en la que se priorizaba bajar ratios y poder llevar a cabo una atención más individualizada al alumnado», añade Martín, quien muestra «un apoyo total» a las direcciones de los centros, que han propuesto a Simó una reunión para tratar todos los temas de los que se habla en la carta.