«Es incomprensible que a las 7 de la tarde ya no quede ni un socorrista en toda la playa»
Con la llegada de septiembre, los ayuntamientos reducen el número de efectivos para ahorrar costes en la concesión. Los bañistas piden que se alarguen la temporada y los horarios
A pesar de que ya hemos dejado atrás la temporada alta, el buen tiempo y la llegada de turistas hacen que la afluencia en las playas de la Costa Daurada todavía sea importante durante el mes de septiembre, especialmente los fines de semana. Aun así, desde el día 1 prácticamente todas las localidades han reducido de forma drástica los servicios de salvamento y socorrismo, algo que ha despertado cierto malestar entre los bañistas. En algunas, como en Creixell, ya no hay vigilancia en septiembre, mientras que en otras, como Salou o Torredembarra, el servicio se alarga hasta el 15 de octubre, aunque solo en las playas más turísticas.
Salou es, de hecho, el municipio con una temporada más larga. Los socorristas empezaron a trabajar este año el 8 de abril, únicamente en la playa de Llevant, que es donde se mantiene el servicio con cuatro socorristas hasta mediados de octubre. En las bases de Ponent, Capellans y Llarga, hay vigilancia entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, mientras que en Cala Crancs y Cala Font, solamente los meses de julio y agosto. Algo que ha generado críticas entre los vecinos de Cap Salou. «Está muy bien que se aumente la vigilancia cuando más turistas hay, pero deberían pensar también en la gente que vivimos aquí y que seguimos bajando a la playa en septiembre», expresa Felipe, que vive cerca de Cala Crancs.
Según el concejal de Seguridad Ciudadana, David González, este año se ha hecho una revisión del contrato y se han incorporado dos motos acuáticas al resto de equipamientos. «Así, se facilita el control y la vigilancia de las playas y calas de Cap Salou, reduciendo los desplazamientos», apunta. Y es que en estas calas que son menos accesibles, los socorristas no tienen bases fijas y hacen rondas de vigilancia, lo que también supone un déficit para algunos usuarios.
La empresa Servitur ganó la concesión del servicio de salvamento y socorrismo en Salou para los próximos cuatro años. La plantilla en plena temporada alcanza los 25 efectivos y el horario es desde las 10h de la mañana hasta las 19h. Sin embargo, a partir de septiembre acaba a las 18h. «Los servicios se planifican y dimensionan para dar cobertura al litoral; y lo que se pueden añadir son pequeñas modificaciones para mejorar el servicio», señala González.
Una queja recurrente en muchos municipios es el horario del servicio, que acaba a las 19 horas en la mayoría de playas. Bañistas como Miquel, de Lleida, proponen que se amplíe una hora por la tarde. «Es habitual que los que tenemos niños vengamos a esta hora porque el sol ya no es tan fuerte y se está mucho mejor, pero es incomprensible que a las 7 ya no quede ni un socorrista en toda la playa, especialmente los días que el agua está movida», dice.
En Cambrils son varios los usuarios que consideran que el servicio se debería mantener al 100% en septiembre e incluso alargarlo. «Nosotros hemos estado todo el mes de agosto aquí y ahora en septiembre vendremos los fines de semana e incluso, si hace buen tiempo, vendremos en octubre. Empezamos a venir en mayo porque tenemos un apartamento y entonces no había socorristas pero las playas ya estaban llenas. El ayuntamiento debería considerar adelantar el inicio del servicio porque cada año el verano llega antes y, ahora, todavía somos muchos los que queremos aprovechar las horas de sol y playa», explica María, de Zaragoza, al Diari.
El servicio de salvamento y socorrismo en las playas cambrilenses se inició el pasado 1 de junio y finalizará el 30 de septiembre. Tanto en las dos primeras semanas de junio como en las dos últimas de septiembre el servicio cuenta con 14 socorristas, una cifra que en los tres meses de temporada alta se eleva a 29.
Desde el consistorio apuntan que la reducción del servicio se debe a un tema presupuestario y consideran que en días de máxima afluencia está bien cubierto. No obstante, abren la puerta a estudiar, de cara al próximo año, una posible ampliación del horario. «Se hará una evaluación de los servicios de las playas, tanto de chiringuitos como del servicio de socorrismo, y se mirarán las incidencias que ha habido y se puede reestudiar alargar el horario, aunque sea media hora», señalan.
Más horas y días en La Pineda
En La Pineda, la nueva concesión que empezó a trabajar en 2020 ha servido para ampliar la temporada de vigilancia a la primera quincena de junio y la segunda de septiembre, en las que habitualmente no había socorrismo. El número de efectivos alcanza las once personas en temporada alta y, desde el 1 de septiembre, consiste en cuatro socorristas y un coordinador.
Con la nueva concesión, a cargo de Servitur, se ampliaron los horarios desde las 10 de la mañana hasta las 20h durante toda la temporada. «Se ha hecho una gran mejora de efectivos, de temporada y de horarios, con vigilancia durante muchas horas. Esto supone un incremento importante de costes, pero merece la pena», señala el concejal de Seguridad de Vila-seca, Josep Toquero. El coste anual del servicio para las arcas municipales es de 163.000 euros.
Sin vigilancia en Creixell
Creixell es el único municipio de la zona en el que ya no está operativo el servicio de vigilancia y socorrismo en la playa. Éste finalizó el pasado 31 de agosto y durante todo el verano se mantuvieron los tres socorristas con los que se inició la temporada.
La empresa que lleva a cabo el servicio en Creixell es Wave SOS, la misma que también se hace cargo de las playas de Torredembarra y Altafulla. La empresa despliega un total de 24 socorristas entre los tres municipios, de los cuales cuatro en Altafulla y otros 17 en Torredembarra. El horario de asistencia es de 10.30 a 19.30h durante toda la temporada estival. De estos 24 efectivos, a día de hoy solo quedan 16 a pie de playa y justo mañana serán únicamente diez.
El responsable de Wave SOS, Carlos Martínez, explica que, desde el pasado 31 de agosto y hasta hoy, el personal de vigilancia de Torredembarra se redujo a 12 personas (ya no hay vigilancia ni en Muntanyans ni en la playa del Canyadell) y mañana bajarán hasta 5, un número que se mantendrá hasta el 15 de octubre, cuando se dé por concluida la temporada en el municipio. En el caso de Altafulla se mantendrán los cuatro con los que se inició el verano hasta el 25 de septiembre.
Esta bajada de efectivos no acaba de convencer a Martínez, que recuerda que «aunque no haya socorristas, si sucede algo mientras está activa la temporada, tenemos que acudir allí igual». Martínez asegura que «nosotros nos repartiríamos entre todas las playas», pero a pesar de que el tiempo invertido en ese desplazamiento puede ser decisivo para la salud del afectado, este reparto depende de los ayuntamientos.