El sueño del Mestre Benaiges se hará realidad 90 años después
Una treintena de niños en riesgo de exclusión viajarán la semana que viene a Mont-roig para ver el mar por primera vez
«El mar será muy grande, muy ancho y muy hondo. La gente va allí a bañarse. Yo no he visto el mar. El maestro nos dice que iremos a bañarnos». Es el extracto de uno de los cuadernos escritos por los alumnos de Antoni Benaiges hace 80 años. Natural de Mont-roig del Camp, Benaiges llegó en 1934 a Bañuelos de Bureba, una pequeña pedanía de Burgos de apenas 200 habitantes. Había prometido a sus alumnos que algún día les llevaría a conocer el mar. Una promesa que no pudo cumplir por culpa de la guerra, pero que este verano revivirá a través de su legado.
Benaiges llevó a Bañuelos un método de enseñanza innovador, poniendo al niño en el centro del aprendizaje y tratando de despertar el interés en temas como la naturaleza o el mar. Sus prácticas despertaron las mismas pasiones entre sus alumnos que suspicacias en una sociedad rural y conservadora como aquella.
Tras dos cursos, el 19 de julio de 1936, se produce el levantamiento militar contra la Segunda República. Es el inicio de la Guerra Civil y el final del sueño de Benaiges y de tantos maestros republicanos que luchaban con tizas y cuadernos por una sociedad mejor y que acabaron asesinados por sus ideales. Aquel mismo día, Antoni Benaiges se convertiría en una de las primeras víctimas de la Guerra Civil, tras ser secuestrado, torturado y fusilado vilmente por las fuerzas falangistas.
Tras décadas en el ostracismo, el legado del Mestre Benaiges se mantiene hoy bien vivo en aquel pequeño pueblo castellano del que se enamoró. La Asociación Escuela Benaiges restauró el centro donde impartía clases este hijo ilustre de Mont-roig y lo convirtió en un museo-taller que divulga su figura y sus métodos educativos. Este año, la entidad ha querido ir un paso más allá y emular la promesa del maestro.
«Queríamos culminar aquello que había quedado pendiente y nos embarcamos en la aventura de llevar a un grupo de niños a ver por primera vez el mar», cuenta Javier González, secretario de la asociación. Pusieron en marcha una campaña de micromecenazgo con la que han conseguido más de 11.000 euros y han implicado a numerosas administraciones, asociaciones y particulares en su Misión Antoni Benaiges.
«Era difícil encontrar a niños que no conocieran el mar, pero llevamos la idea a barrios en riesgo de exclusión social y enseguida se volcaron los asistentes sociales y educadores». El viaje tendrá lugar la semana que viene y llevará a una treintena de niños y niñas de 8 a 13 años por diferentes puntos de la geografía española. «No se trataba de llevarlos a ver el mar y volver. Queremos que sea un viaje que para ellos tenga una huella y rendir una homenaje de memoria histórica a las personas represaliadas en la Guerra Civil española», apunta.
El final del viaje será en Mont-roig del Camp, donde los niños disfrutarán unos días del mar y cumplirán, por fin, la promesa que la guerra le robó al Mestre Benaiges.