El robo de cable de cobre deja a oscuras zonas de El Vendrell
El incremento del precio del material vuelve incrementar los robos
La carretera del Sanatori en El Vendrell atraviesa por la zona de Les Madrigueres, un espacio natural sin edificar en primera línea de playa. Esa condición de falta de edificios y comercios hace que en horario nocturno sea especialmente oscura.
Sin embargo lleva días con las farolas sin funcionar. El problema es que se ha robado el cable eléctrico que nutre a los diferentes puntos de luz. Los trabajos de reparación se están alargando ya que quienes robaron el cable, al tirar de él también dañaron diferentes equipos.
El grupo de Som Poble-ERC pide urgencia en reparar las farolas de esa carretera ya que es una zona muy oscura que genera inseguridad. El concejal de Servicios Alfons Herrera explicó que el robo de cable ya ha ocurrido dos veces en la zona y que se está estudiando colocar puntos de luz solares.
Esa situación se repite en otra zona de El Vendrell como la calle Ramon Llull, próxima a la pista de skate, donde la falta de luz supone una situación de inseguridad por la cantidad de personas que hay por la zona.
El concejal de servicios, Alfons Herrera, explica que el robo de cable eléctrico es una situación que está volviendo a sufrir El Vendrell y ya se han sustraído kilómetros de cable, con todo el trastorno que provoca, además de coste de reparación y reposición.
En 2014 ya hubo robo de cable en al zona de Ramon Llull y se repuso en 2017. A principios de este año volvieron a arrancarse unos 150 metros de cableado que se restituyó pero que ha vuelto a ser robado.
El incremento del precio del cobre en el mercado irregular y en establecimientos como desguaces o chatarrerías ha provocado un aumento de los robos principalmente cobre y aluminio como ya ocurrió entre los años 2006 y 2011
El precio de las materias primas se ha disparado, a lo que contribuye el bloqueo de las exportaciones de Rusia por la guerra de Ucrania. El precio del cobre limpio se ha duplicado en menos de un año. De los 5 euros el kilo de hace un año se ha pasado 9 euros. La situación hace temer un incremento de robos de cable pero también de todo tipo de metales