El pistolero de Salou, sin vigilancia especial en la cárcel de Tarragona
El sábado ingresó en el centro penitenciario de Mas d’Enric uno de los tres acusados de un doble asesinato. Los otros dos siguen en paradero desconocido
Cuando el vehículo de traslado de presos de los Mossos salió del aparcamiento de los juzgados de Tarragona con el detenido en la parte trasera, otras dos furgonetas con agentes de antidisturbios también se activaron coordinadamente. Una delante y otra detrás.
La comitiva policial salía a primera hora de la tarde del sábado camino de el centro penitenciario de Mas d’Enric (en El Catllar). Poco antes, el auto del Juzgado de Instrucción número 6 de Tarragona, en funciones de guardia, acordaba ingreso a prisión del imputado de forma provisional, comunicada y sin fianza. La causa está abierta por los delitos de asesinato (dos personas murieron acribilladas por proyectiles de una AK-47, un rifle Kalashnikov), depósito de armas y municipios de guerra, robo y uso de un vehículo (el Renault Captur matrícula de Marsella que conducían) y falsedad en documento oficial.
Él fue el único de los tres ‘pistoleros’ que en la noche del miércoles acribillaron a dos compatriotas (todos de nacionalidad francesa) dentro de un coche aparcado enfrente de un aparthotel de Cap Salou, cerca del núcleo turístico de La Pineda (Vila-seca). Una de las víctimas murió en el volante, la otra en una cama de la UCI del Hospital Joan XXIII de Tarragona horas más tarde. Los dos fallecieron por las heridas de bala sufridas.
La comitiva policial del sábado camino de la cárcel de Mas d’Enric la cerraba una ambulancia del SEM y desde el aire un helicóptero de Mossos vigilaba el trayecto ante la amenaza latente que existía en este traslado especial. La localización de armas de guerra (de uso militar o de cuerpos policiales de élite) ya dejaba entrever el grado de peligrosidad de los tres presuntos autores del doble asesinato.
Módulo 1
El fin del traslado del preso permitió a Mossos desactivar el dispositivo de seguridad creado ese sábado. A partir de ese momento, el ‘pistolero’ accedía a las instalaciones de Mas d’Enric y se sometía a un ingreso sin condiciones especiales, explican al Diari fuentes conocedoras del caso.
El preso francés pasó las primeras dos noches en una celda que ocupan los presos que deben entrar en la cárcel. Allí fue atendido por un equipo de tratamiento del centro penitenciario, que le realizó una evaluación médica exhaustiva para conocer de primera mano las particularidades de este joven de 24 años. El acusado no tiene más ropa que la que llevaba el día del arresto, en el área de servicio del Mèdol, en la AP-7, por lo que recibirá mudas prestadas del propio centro.
Tras las 48 horas en esta celda, el acusado fue trasladado al Módulo 1, de preventivos. Se trata de un espacio destinado a los presos que están a la espera de juicio. El resto de módulos están destinados a presos con sentencia y se distribuyen por sexo y edad (hay uno de mujeres y otro de jóvenes) y por tipología de delitos.
Desde su entrada en Mas d’Enric, la información del tiroteo de Salou ha desaparecido de los medios a la espera de tener novedades. Una de ellas es capturar a los dos fugitivos que lograron escapar de los Mossos en el área de servicio de Tarragona.
Las armas de guerra
Aunque una de las opciones que se intuyó aquel jueves en los medios de comunicación fue que los dos hombres desaparecieron campo a través en el Mèdol, una de las líneas de investigación apunta a que tendrían un segundo coche preparado en algún sitio (quizá en la misma área de servicio) para cruzar la frontera y que solo tuvieron el ‘fallo’ de destruir las posibles pruebas del Captur, robado en Francia para llevar a cabo el asesinato en Salou.
El delincuente detenido esa misma noche por los Mossos iba camino de incendiar el Renault Captur robado en Francia y borrar las pruebas de los tres ocupantes. Se desconoce si con las armas encontradas dentro o sin ellas. En caso de dejarlas la granada de mano recuperada por Mossos hubiera provocado una fuerte explosión del coche. Junto a ella estaba el AK-47 y dos pistolas.
El caso sigue en manos de la DIC (Divisió d’Investigació Criminal) de Mossos y con un fuerte hermetismo en sus investigaciones.