El Nàutic quiere empezar la obra del puerto de Coma-ruga en diciembre

El Club Nàutic de Coma-ruga (CNC) espera poder empezar las obras para remodelar el puerto el próximo diciembre. El inicio de los trabajos será una vez la Generalitat haya confirmado que el CNCha logrado, de nuevo, la concesión por 20 años.

La pasada semana el CNCrecibió la confirmación de que su propuesta era la más ventajosa.

De hecho, fue la única presentada y ahora la Generalitat ha solicitado los informes laborales sociales y económicos de la propuesta para plasmar la firma de la concesión.

Todo está correcto

En el CNCesperan que no haya problemas. «Hemos revisado todo y está correcto». A principios de año el CNC ya logró la concesión también por concurso, pero la Generalitat lo anuló ya que en la propuesta del CNC faltaba el certificado conforme la entidad está exenta del impuesto de actividades económicas.

El Club volvió a presentarse al nuevo concurso y ha vuelto a ganarlo. La entidad, que ha gestionado la instalación durante las últimas tres décadas, espera poder firmar la concesión en los próximos días para activar las obras y la comercialización de los amarres.

La entidad ya ha comenzado a estudiar las ofertas de diferentes constructoras para hacer las obras, que tienen un coste de entre 1,3 y 1,5 millones de euros. La primera actuación será derribar la actual pasarela sobre la arena de la playa y que une a la trama urbana con la zona náutica. Ese puente tiene deficiencias estructurales y en verano quedó inutilizado por orden de urgencia de la propia Generalitat.

Al actuarse en la playa el CNCespera poder comenzar las obras en diciembre o como muy tarde en enero para evitar afectar a la temporada estival. Otra de las actuaciones necesarias es cerrar la bocana de levante (lado de Barcelona) pero los responsables del CNCdescartan que pueda hacerse de forma simultánea al derribo de la pasarela. Según explican, el objetivo es que todas las obras se hagan sin afectar a la actividad náutica.

Reducir amarres

La remodelación del puerto de Coma-ruga contempla una reducción del número de amarres (tiene 260 y pasará a 224) para que sean de mayor tamaño. El cierre de la bocana de levante es para evitar que la zona de amarres se llene de tierra, como sucede actualmente y que obliga a dragar la instalación a diario con el elevado coste que supone.