El gobierno de Salou defiende el derribo de la estación ante las críticas de la oposición

Rechazada la moción que pedía conservar el edificio, que la semana pasada se tiró al suelo

Una semana después de empezar los trabajos de demolición de la antigua estación de trenes de Salou, el pleno del Ayuntamiento ha debatido este viernes la propuesta de la oposición para conservar el edificio. A pesar de que la petición ya era estéril, el debate sobre la decisión de tirar al suelo el inmueble no ha estado exento de bronca.

En un pleno extraordinario convocado a petición de Vox, PP y USAP, el gobierno municipal ha defendido la decisión de derribarla para dar paso a una gran plaza pública frente a la Torre Vella. Desde la oposición les han acusado de «eliminar una parte de la historia de Salou». Mientras, a menos de un kilómetro de allí, los operarios ultimaban los trabajos de desescombro de la antigua estación.

El alcalde, Pere Granados, ha asegurado que «era un equipamiento sin ningún tipo de valor arquitectónico, porque en el año 75 lo cambiaron todo». Sobre la posibilidad de crear allí un centro de divulgación de la historia del ferrocarril, tal y como pedían los partidos que solicitaron el pleno, el edil ha respondido que «la estación es insuficiente y tenía peligro de derrumbe». En este sentido, ha señalado que la intención del gobierno es construir un nuevo equipamiento para la divulgación histórica cerca de allí, en el entorno del Eix Cívic.

«Mantener la estación era conservar mucho más que una estructura; era mantener viva una parte fundamental de la historia del municipio», ha argumentado la portavoz del grupo municipal de Vox, Anabel Rodríguez, que le ha recriminado a Granados «no ha sabido ver la belleza de nuestro patrimonio local y ha optado por destruir en vez de cuidar».

Por su parte, el popular Mario García ha acusado al alcalde de actuar «de forma autócrata» y ha dicho que arrancar los trabajos de demolición antes de la celebración del pleno «representa una falta de respeto a esta institución, a los grupos de la oposición que solicitamos la convocatoria de este pleno y a todos los vecinos de Salou».

A la defensa de eliminar la estación se ha unido el portavoz de ERC y socio de Granados, Sebastià Domínguez, y también el anterior concejal de Urbansimo, Marc Montagut, portavoz del partido Sempre Salou y ahora en la oposición.

Domínguez ha acusado a los regidores contrarios al derribo de hacer populismo y «el paripé» y de no haberse movilizado por la estación hasta que «veían las máquinas a punto de trabajar».

«Durante demasiados años, el antiguo ferrocarril y sus construcciones asociadas no pensaron en el crecimiento urbanístico de nuestro municipio y siempre han constituido una barrera arquitectónica que trinchaba y partía en dos Salou. Ahora es momento de devolver todo ese espacio a la ciudadanía», ha argumentado el edil republicano. Asimismo, ha sido el único que se ha referido a este espacio para «la integración del futuro tranvía del Camp de Tarragona que nos vuelva a conectar con el territorio».

«El mantenimiento de la estación se trabajó intensamente y se concluyó que no tenía valor histórico ni urbanístico suficiente para mantenerla en pie», explicó Montagut, que detalló que la demolición del edificio estaba prevista desde el año 2022 por parte de Adif.

«No somos unos románticos, pensamos que la estación de Salou merecía mantener su esencia y tener nuevos usos colectivos», ha lamentado el regidor de USAP, Ignacio Durán, quien ha señalado que «conservar, rehabilitar y recuperar el espacio de la estación de Salou era posible. Sólo hacía falta sensibilidad, conciencia y voluntad, por encima de otros intereses que desconocemos».