¿Duchas en las playas? El debate poco refrescante
El Vendrell. Entregan más de 4.455 firmas al Ayuntamiento pidiendo reabrir las duchas. El consistorio mantiene la necesidad de ahorrar agua incluso «gota a gota»
¿Es sostenible, o ético, abrir las duchas en la playa de El Vendrell en la actual situación de sequía por mucho que ahora el municipio no sufra restricciones? ¿Tener las duchas cerradas supone afectar al turismo y a los usuarios de las playas?
Es el encendido debate después de que el Ayuntamiento haya decidido por segunda temporada mantener abiertos sólo los lavapiés. En las últimas semanas muchos municipios costeros han cerrado duchas y lavapiés. Los últimos han sido los gallegos Sanxenxo, Marín, Bueu y Poio. También en la cuenca mediterránea hay playas que están cerrando duchas para ahorrar agua.
En El Vendrell la medida provoca protestas vecinales a las que se han unido partidos políticos como Primàries, SOM Poble-ERC y En Comú Podem. Este jueves entregaron al Ayuntamiento 4.455 firmas para pedir la reapertura de las duchas, pero también recuperar la limpieza con máquinas de los arenales y volver a solicitar la bandera azul a la que el municipio ha renunciado hace un par de verano. Denuncian que las «las playas nunca han estado tan mal como ahora».
Los partidos que piden duchas señalan que el consumo es mucho menor que el que suponen las fugas de agua en las canalizaciones sin que se realicen obras para evitarlas.
Riachuelo
También plantean que pueden implantarse medidas como aprovechar el agua del riachuelo de Coma-ruga que ahora desemboca en el mar, para dotar de un circuito que nutra a las duchas. E incluso utilizar la del mar.
La concejal de Playas, Bárbara Peris, mantiene la postura del ahorro del agua. Señala que en la actual situación climática «cada gota cuenta» y que en muchas ocasiones «los usuarios de las duchas lo hacen para refrescarse varias veces, mientras están en la arena, en lugar de bañarse en el mar».
Peris dice que «por supuesto que deben evitarse las fugas. Pero aunque se hiciese, todavía deberíamos ser responsables y analizar si usar agua potable para quitarnos la arena es lógico en la actual situación. Para eso se han dejado los lavapiés y no hace mucho usábamos un cubito con agua del mar. ¿Crear un circuito que aprovechase el agua del mar?, buena idea, pero ahora no lo tenemos».
Reclamación
El concejal de Primàries, Josep Maria Llasat, señala que «4.445 personas han firmado que quieren duchas. Hay un descontento muy grande entre vecinos y visitantes y se debe escucharles». Una reclamación en la que coincide Albert Garriga del Moviment Veïnal de Platges.
El Vendrell pierde hasta un 25% de agua por las canalizaciones en alta que llevan el agua desde los depósitos a las tuberías en baja que van a los domicilios.
El Ayuntamiento explica que esas fugas son muy difíciles de detectar. Así por ejemplo la canalización que va por la riera de La Bisbal y que lleva agua del depósito Molí Blanquillo sufre daños cuando hay avenidas por lluvias intensas.
Canalizaciones frágiles
Además están depositadas sobre firmes arenosos que ocultan la fuga y ceden agravando la fragilidad de una canalizaciones por las que además pasa un agua muy calcárea que colmata las tuberías. Son además canalizaciones muy antiguas. En El Vendrell las más modernas pueden tener 60 años, pero también las hay de un siglo.
El concejal Alfons Herrera señala que de manera constante deberán renovarse las canalizaciones que llegan del Molí Blanquillo y que nutren a zonas como el Tancat y el Botafoc, pero requiere una inversión que «ahora no tenemos».
La renovación en las tuberías en baja ya se va haciendo con las obras en calle como en Cristina Baix y Quatre Fonts.
Renovación
Herrera apuesta por medidas que permitan ahorrar cada gota como se hace con las duchas de la playa. Señala que El Vendrell recibe agua del Ebre y de pozos propios y éstos «en cualquier momento pueden dar problemas» como ya sucede en municipios del Baix Penedès como en Bonastre, Banyeres o Albinyana, donde se pide a los vecinos responsabilidad por el descenso del caudal.
Para intentar asegurar el suministro y las reservas, en el municipio se hará un nuevo depósito en Nou Vendrell ya que el actual presenta deficiencias. Esa obra está en fase de estudio técnico.
Además pretende impulsarse la llamada quinta conexión. En El Vendrell ahora hay cuatro conexiones con el Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT) que lleva el agua del Ebre por la zona de costa. La quinta conexión iría por el norte del municipio para conectar la red del Ebre con el depósito principal del Tomoví.
Con ello, en caso de necesidad, todo el suministro de El Vendrell podría ser del CAT si los pozos propios de los que ahora extrae agua el municipio, a veces en exceso afectando al caudal del acuífero, presentan problemas.
Por ello el objetivo es recurrir más al suministro del Ebre, aunque ese agua es más cara. Si el agua de pozos de El Vendrell tiene un coste de 5 céntimos los 1.000 litros (primer tramo), la del CAT es de 50 céntimos. Por ello se pretende alargar la vida útil de los pozos con un consumo responsable.