Diez años prendiendo la Galera de Cambrils
Una decena de bestias de toda Catalunya acompañan a los Cagarrieres en el aniversario de la suya en uno de los platos fuertes de la Festa Major de Sant Pere
Cambrils se sumerge de lleno en la Festa Major de Sant Pere y lo hace con un baño de masas de uno de los elementos más queridos del Seguici festivo local. Los Diables Cagarrieres celebran este año el décimo aniversario de la Galera de Cambrils y anoche protagonizaron una Trobada de Bèsties multitudinaria en el paseo marítimo. Otras diez bestias de fuego de toda Catalunya acompañaron a la Galera en su celebración ante la mirada de cientos de personas que disfrutaron del fuego y el olor a pólvora.
Hacia las 8 de la tarde, la Galera hacía su llegada en barca hasta el puerto de Cambrils, donde le esperaban los miembros de la agrupación y los tabales de las collas que acompañaron al crustáceo gigante hasta el paseo marítimo.
Allí permaneció expuesta junto al resto de bestias: Moll Fer del Mollet del Vallès, Godra Quimera de Caldes Montbui, Boc de Can Vernet de Sant Cugat del Vallès, Quimera dels Pallaresos, Griu de Tarragona, Nyctalus Albinyanensis d’Albinyana, Hydracus de Jesús (Tortosa), el Boc de Vandellòs y la Farnaca de Cambrils.
Decenas de pequeños y grandes aprovecharon para hacerse fotos, tocar las bestias e incluso animarse con los timbales. Cuando cayó la noche, hacia las 22 horas, las bestias se pusieron en marcha en un épico ‘correfoc’ que encendió todo el paseo.
«Cuando comenzamos buscábamos una bestia que fuera diferente al resto, que se alejara de los grifos, dragones y demás y que fuera característico de Cambrils. Pensamos en este animal extraño y nos salió esta bestia», recuerda Jacob Gil, presidente de la Colla de Diables Cagarrieres de Cambrils. La escultora Dolors Sans, especializada en bestiario festivo, fue la encargada de dar forma a la idea.
Fue en unas fiestas de Sant Pere en 2014 y en el mismo escenario de ayer, en la fachada marítima, donde la Galera tuvo su bautizo de fuego emergiendo desde el mar. Desde el principio, la bestia cambrilense tuvo muy buena acogida y, especialmente, el primer año que tuvo multitud de salidas por pueblos de toda Catalunya.
«Al principio tuvimos que hacer mucho trabajo de pedagogía, porque en Cambrils la gente sabe lo que es una galera, pero fuera costaba un poco más», explica Gil. En este sentido, el presidente de los Cagarrieres rememora uno de los gritos de guerra de la colla en las primeras salidas con la bestia: «¡No es una mantis, es una galera!».
El ritmo no para y el Ball de Diables Cagarrieres se echará este domingo de nuevo a las calles de Cambrils para recibir la Flama del Canigó y encender la Revetlla de Sant Joan. El próximo sábado, la colla protagonizará las Matinades en la Diada de Sant Pere y saldrá en la Cercavila junto al resto de elementos festivos locales.