Descubren en un yacimiento de Calafell restos de ocupación neandertal de hace 89.000 años
Los arqueólogos han hallado “una notable cantidad de herramientas líticas” que muestra la “variedad tecnológica en las materias primas utilizadas por los grupos que habitaron la zona”
Las excavaciones arqueológicas en el yacimiento de La Balma de la Griera de Calafell (Tarragona) han proporcionado nuevos restos de ocupación neandertal de hace unos 89.000 años, según explica este jueves el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), que lidera esta actuación.
Durante esta intervención se han recuperado cerca de 3.000 registros arqueológicos, entre los que destacan restos faunísticos que evidencian la presencia en la zona de caballos, ciervos y pequeños carnívoros como linces durante el Paleolítico medio.
Los arqueólogos también han hallado "una notable cantidad de herramientas líticas", mayoritariamente de sílex, corneana, cuarcita y cuarzo, que muestra la "variedad tecnológica en las materias primas utilizadas por los grupos neandertales que habitaron la zona".
Según el IPHES, la ampliación del sondeo estratigráfico ha permitido profundizar en la comprensión de los procesos de formación y preservación del yacimiento, y será clave para evaluar la continuidad de depósitos más antiguos e identificar nuevas fases de ocupación humanas todavía por estudiar.
Además, los arqueólogos han seleccionado dientes de herbívoros para llevar a cabo análisis isotópicos, una técnica que permite obtener información valiosa sobre la dieta, las condiciones climáticas y los ecosistemas en los que tuvieron lugar las diferentes fases de ocupación del yacimiento, "enriqueciendo así nuestra visión global del entorno en que vivían los neandertales".
"Los resultados de esta campaña refuerzan el papel central de La Balma de La Griera como un yacimiento clave para comprender la evolución de los neandertales en el nordeste de la península Ibérica. Estos hallazgos nos permiten profundizar en el conocimiento sobre cómo vivían los neandertales, así como entender mejor sus estrategias de adaptación a lo largo de varias fases climáticas durante al menos los últimos 150.000 años", señala el IPHES.