Cuatro preguntas, dos pancartas y un Eix Cívic que todavía traerá mucha cola
Salou ha vivido hoy un pleno atípico en el que por primera vez un ciudadano ha podido intervenir. Las protestas por la posible construcción de pisos sobre la antigua vía del tren han protagonizado una sesión que no ha servido para disipar demasiadas dudas
Hacía mucho tiempo que un pleno municipal no levantaba tanta expectación en Salou. La ocasión no era para menos. Por primera vez, un ciudadano tomaba la voz frente a los concejales de la corporación para hacer llegar sus dudas acerca del proyecto del Eix Cívic. Un ejercicio de transparencia y participación por el que se felicitaron todos los grupos municipales, pero que todo apunta a que no sirvió para zanjar la polémica alrededor de las construcciones que se dibujaron en su día para la urbanización del espacio que se liberará con la eliminación de las vías del tren.
Una treintena de vecinos, atabiados con camisetas y pancartas en las que se podía leer «zona verde sí, edificios no», tomaron el salón de plenos para mostrar su rechazo frontal al plan para levantar 16 bloques de pisos frente a sus viviendas. Lo hicieron de forma silenciosa, sin interrumpir en ningún momento, para desatar sus proclamas una vez acabó la sesión a las puertas del ayuntamiento.
Después de algo más de una hora de debate, en las que se aprobaron asuntos como el Pla de Mobilitat Sostenible o el nuevo contrato programa de Serveis Socials con la Generalitat, llegó el turno de ruegos y preguntas. El reglamento fija que las intervenciones ciudadanas no pueden sobrepasar los tres minutos y tampoco abren turno de debate, por lo que el momento más esperado de la sesión fue breve. Tan nueva era la situación que, cuando Rafel Querol, presidente de la Associació de Veïns i Comerciants de Barenys-Platja de Ponent, se disponía a tomar la palabra, nadie se había preocupado de prepararle un micrófono. Al final, el secretario le cedió su asiento y el representante vecinal se pudo dirigir al pleno.
«El Eix Cívic es uno de los retos más importantes del presente y un legado para el futuro de Salou, ya que será una avenida que atravesará el municipio de lado a lado», comenzó su intervención. «Lamentablemente se ha hecho un proyecto agresivo ignorando a los vecinos», dijo, para concluir que «no tiene ningún sentido ni ninguna justificación construir edificios en el Eix Cívic, porque son una agresión hacia los vecinos de los edificios existentes y no aportan ninguna mejora de sus condiciones de vida».
«No desaprovechemos la ocasión de hacer un proyecto que quede como un ejemplo de buena gestión urbanística y no uno que podría quedar como otro ejemplo de urbanismo agresivo y depredador», defendió Querol entre los aplausos del salón que cerraron su intervención.
Formuló cuatro preguntas sobre aspectos formales de la paralización del ámbito de los pisos anunciada el mes pasado y el alcalde, Pere Granados, leyó sus respuestas insistiendo en que se ha parado esta parte de la propuesta inicial para «abrir un proceso de diálogo y de consulta ciudadana con los propietarios y vecinos de edificios contiguos».
En este sentido, el alcalde aclaró que «lo que se para es solamente el estudio técnico respecto a la zona de las edificaciones y no el trámite administrativo de todo el ámbito» y que prevé introducir «modificaciones substanciales» de cara a una segunda aprobación inicial.
Al acabar la sesión, Granados apuntó a «intereses políticos» detrás de las críticas de los últimos meses, mientras que entre los vecinos las dudas continuaban igual de vivas. Este viernes, gobierno municipal y asociación de vecinos se han vuelto a citar a una reunión para tratar la problemática, esta vez a puerta cerrada. Otro capítulo más para la historia de un Eix Cívic que todavía no tiene ni proyecto, pero del que queda mucho por escribir.