Cambrils elimina los puentes de la vía del tren que dividen el municipio
Hoy se ha cortado el tráfico en la zona del Molí de la Torre y esta semana empezará su demolición

El derribo del puente del Molí de la Torre arrancará esta semana, después de que hoy se hayan iniciado los trabajos previos con la instalación de barreras para cerrar el tráfico en los accesos por la calle Alexandre Galí y la del Monestir de Poblet.
La intervención es la primera de las tres que se desarrollarán este marzo para eliminar la antigua infraestructura ferroviaria que divide el núcleo urbano de Cambrils. Las otras dos comportarán la desaparición del puente del Molí d’Avall, a partir del día 10; y del puente de la avenida de Vilafortuny, a partir del 17.
«Todos los últimos gobiernos han apostado por este proyecto y, obviamente, es una satisfacción que poco a poco vaya tomando forma. Estos días se está materializando lo que algunos decían que no pasaría nunca», apunta la alcaldesa accidental, Camí Menzoda. «El Ayuntamiento comenzó hace unos meses las tareas de adaptación de los hasta entonces pasos de la vía como, por ejemplo, el del camino del Corralet; y, desde hace unas semanas, Adif está ejecutando el derribo de los puentes, que es la parte que le tocaba», añade.
La integración de la vía ferroviaria en desuso es «un gran paso adelante para Cambrils», tal como señala Mendoza, ya que supondrá la supresión de barreras arquitectónicas que históricamente habían partido el municipio. La demolición de los puentes «permitirá dar continuidad a los viales» y «mejorará mucho la movilidad de vehículos y peatones».
En el puente del Molí de la Torre, el movimiento de operarios sorprendió hoy a los vecinos, que celebran la desaparición de la pasarela «vieja» y «en mal estado». «Me parece estupendo que tiren el puente. Por lo menos, estaremos más seguros, porque está muy deteriorado. Cuando se cruzan dos coches, se queda estrecho», opinaba Vlad Sharpov, que al mediodía cruzaba por la zona.
«Estoy contento de que el puente desaparezca. Ahora hay demasiado paso y es peligroso porque los coches van rápido. También circulan autobuses y la curva es complicada. Ha habido muchos choques», valoraba Jordi Giménez, que vive junto a uno de los accesos al puente.
Charo Guadalupe sale a caminar y pasa por el puente del Molí de la Torre cada día: «Es antiguo y está mal para la gente que va a pie. Los coches, al pasar, tiran los bolardos. Y, por la noche, hay poca luz. Si se me hace tarde, me da miedo. Veo muy positivo que lo quiten porque seguro que iremos a mejor».
A partir del día 10, el derribo del puente del Molí d’Avall comportará que no se pueda cruzar hacia la zona de la plaza de la Concòrdia, aunque la rotonda del vial del Cavet seguirá siendo transitable. Y el 17 se iniciarán las obras del puente de Vilafortuny, con desvíos en tres puntos. Adif lleva a cabo los trabajos, que buscan suprimir el efecto barrera de la infraestructura ferroviaria en desuso entre Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant i PortAventura.