Aumentan las quejas por el ruido de los nuevos chiringuitos de Cambrils
El consistorio recuerda a los empresarios que deben cumplir «estrictamente» las condiciones contractuales
Los nuevos chiringuitos de Cambrils siguen en el foco de las críticas dos meses después de ponerse en marcha. En estas últimas semanas han sido varios los vecinos que se han puesto en contacto con el Diari para quejarse del ruido de los grupos electrógenos y del exceso de sonido de los conciertos que se celebran los fines de semana en estos locales.
Unas molestias que también han llegado al Ayuntamiento de Cambrils, que ayer emitía una nota de prensa en la que recordaba a las empresas adjudicatarias de los chiringuitos que deben cumplir «estrictamente» las obligaciones indicadas en el pliegue de condiciones contractuales, así como las estipulaciones que contiene el Plan de Usos del litoral y de las playas de Cambrils.
Fuentes del consistorio explican que en las últimas semanas se han reunido con varios vecinos de la zona de la Llosa y del Cap de Sant Pere que se quejan de los chiringuitos que tienen ubicados frente a sus apartamentos. Como señalan, la protesta más generalizada es el ruido que emiten los grupos electrógenos, indispensables para que funcionen las cámaras frigoríficas y se pueda cocinar. En estos momentos todavía hay varios establecimientos que están conectados las 24 horas del día a estas máquinas para poder trabajar con normalidad.
En relación al ruido, los vecinos también se quejan del alto volumen de los conciertos que se realizan principalmente los sábados y domingos por la tarde-noche y que concentran a una gran cantidad de personas que incluso se llevan la toalla a la playa para disfrutar de la música. «El ruido es insoportable, no dejan dormir a los vecinos. La música está muy alta y después de las actuaciones, los asistentes hacen mucho ruido con sus coches y se quedan hablando alto en el paseo y la playa», lamenta una vecina de la Llosa.
También en Vilafortuny un vecino asegura que el chiringuito instalado «cree que está en Ibiza» porque pone la música muy fuerte, desde primera hora de la mañana, y no respeta el horario de descanso de los residentes. «El problema es que el local está muy cerca del paseo y ahora en verano tenemos las ventanas abiertas y se escucha todo», dice.
El gobierno local es consciente de estas quejas y hace un llamamiento a los adjudicatarios para que cumplan la normativa. «El motivo de los requerimientos son los incumplimientos relacionados con los excesos de ocupación y el ruido detectado por parte de los inspectores del Servei del Litoral de la Generalitat y del Ayuntamiento», afirman fuentes del consistorio, que añaden que ya se ha avisado a algunos propietarios que no enfoquen los altavoces hacia los bloques de pisos y que no almacenen género detrás de los chiringuitos. También la Policía Local ha hecho controles puntuales para ver que se está cumpliendo el reglamento.
Plazo para medidas correctoras
El Ayuntamiento pone de fecha límite el viernes 5 de agosto para que los adjudicatarios tomen las medidas correctoras para cumplir con las obligaciones establecidas. Si se vuelven a incumplir, se empezarán a aplicar sanciones.
El Diari ha podido hablar con uno de los locales que está en el punto de mira de los vecinos. Afirman que no se exceden con el sonido de la música y que «solo» quieren trabajar, especialmente los fines de semana que es cuando pueden hacer los conciertos amplificados como permite la normativa.