Agua estancada y residual, factor clave en el dengue que ahora afecta a Tarragona

Desde el Hospital Joan XXIII aseguran que el litoral tarraconense «lo tiene todo para que el virus pueda circular con facilidad»

Las lluvias torrenciales que acaban provocando zonas de agua estancada y, en ciertas ocasiones, residuales es uno de los factores clave para que haya dengue autóctono en la zona de Tarragona. Así lo explicó ayer al Diari Graciano García Pardo, responsable de la Unitat de Salut Internacional del Hospital Joan XXIII de Tarragona, tras los cinco casos de denge autóctono comunicados el pasado domingo por parte del Ayuntamiento de Vila-seca.

Según García Pardo, «el litoral reúne todas las características para que el virus del dengue pueda circular con facilidad».

El médico del Joan XXIII recordó que estos no son los primeros casos de dengue autóctono y que hay que remontar a 2010. «Siempre son pocos y puntales, pero están».

Peligro en una segunda picadura

García Pardo insistió en que la primera picadura puede generar enfermedades víricas, fiebre, dolor muscular y malestar generalizado a lo largo de una semana, pero que la situación puede complicarse si hay una segunda picadura en un plazo de un par de meses después y de una variante diferente de la primera, ya que puede terminar derivando en una fiebre hemorrágica e inflamación.

Control continuado

Por todo ello, García Pardo insistió en la importancia de que haya un «control continuado», reforzar las acciones antimosquitos y «maximizar las alertas cuando el malestar pueda estar relacionado tras la picadura de un mosquito».

¿Qué es el dengue?

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, principalmente el Aedes aegypti. Esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente en las zonas tropicales y subtropicales.

El virus del dengue causa síntomas como fiebre alta, dolores de cabeza intensos, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y articular, náuseas y erupciones cutáneas.

La propagación del dengue ocurre cuando un mosquito pica a una persona infectada con el virus, lo que convierte al insecto en portador. Posteriormente, si el mosquito infectado pica a otra persona, transmite el virus a esta última.

Los mosquitos Aedes son más activos durante el día, especialmente en las primeras horas de la mañana y al atardecer.

Destacar que el dengue no se transmite directamente entre personas, únicamente a través de la picadura de mosquitos infectados.

Prevención y control

Las campañas de salud pública también juegan un papel clave en la concienciación y prevención de la enfermedad.

En casos graves, el dengue puede evolucionar hacia una forma más peligrosa conocida como dengue hemorrágico, que requiere de una atención médica urgente. Por ello, la detección temprana y el control adecuado son cruciales para prevenir complicaciones y la posible propagación del virus.

El dengue sigue siendo un desafío de salud pública global y su prevención depende tanto de las medidas individuales como de las acciones colectivas.

Por todo ello, Vila-seca ha intensificado los controles antimosquitos y ha comunicado los casos asegurando que el «foco está controlado y son casos leves».