Actuación en la playa de La Pineda para generar un sistema de dunas

Instalan pasarelas y zonas acordonadas en el Racó para proteger el arenal y tras el verano se plantarán más de 21.000 especies vegetales

La playa del Racó, en el límite del término municipal de Vila-seca con Salou, conserva una de las mayores extensiones de arena de La Pineda. Se trata de un espacio donde la arena está en constante movimiento a causa del viento, lo que provoca la presencia de pequeños bancos en forma de dunas. Sin embargo, la gran presión que generamos las personas, hace que el espacio no disponga apenas de vegetación propia y que el movimiento de arena no sirva para generar mayores acumulaciones.

Ahora, el Ayuntamiento de Vila-seca ha instalado unas pasarelas de madera en altura y ha acordonado un espacio de unos 140 metros cuadrados para ayudar a generar un ecosistema dunar propio. La renaturalización de esta zona de la playa consistirá en la plantación de diferentes especies vegetales y arbustos de ecosistemas arenosos.

Además, se aprovechan también las rocas sobre las que se asienta la escultura Marca d’Aigua, que actúan de retenedores de arena y que se han acordonado para delimitar el paso de personas. Esta escultura, que se instaló en 1992, en sus orígenes se encontraba semisumergida en el mar, pero la construcción del espigón por parte del Port hizo que este extremo del arenal multiplicara su amplitud. Cabe destacar que este punto de la playa también es uno de los mayores focos de contaminación de pélets que tiene el litoral de la Costa Daurada.

La construcción de las pasarelas de madera es el primer paso dentro de un proyecto mucho más ambicioso para renaturalizar los espacios costeros. Una actuación que ejecutará el Ayuntamiento de Vila-seca este invierno con la plantación de más de 21.000 especies vegetales. El proyecto abarca una superficie de casi 4.000 m2 a lo largo de 2 kilómetros de playa.

Sobre todo este ámbito se plantarán tanto árboles (68 unidades), como arbustos y plantas herbáceas (21.256). Se apuesta por especies propias de ecosistemas litorales, lo que busca reducir los consumos hídricos y a la vez ayudar a la restauración de sistemas dunares que se han perdido por completo a causa de la huella humana.

Se está actuando sobre una superficie de unos 140 metros cuadrados. Foto: Àngel Ullate.

Además de la zona del Racó, donde ya están en marcha los trabajos previos, la renaturalización se producirá en otros puntos de la playa. En concreto, la vegetación que se plantará busca generar una veintena de dunas que se protegerán mediante zonas acordonadas para evitar el acceso. De este modo, se busca incentivar el movimiento de la arena y facilitar las dinámicas de este tipo de sistemas para acumular la arena de forma natural.

Por otro lado, también se contempla la creación de nuevas zonas ajardinadas junto a la decena de chiringuitos y casetas municipales que se montan cada verano sobre la arena y se renovarán las zonas verdes que hay a lo largo del paseo marítimo. Asimismo, la actuación incluye la instalación de una pérgola de grandes dimensiones en el parque de Els Prats que sirva como refugio climático.

Los trabajos, con un coste de 465.000 euros y financiación de los fondos Next Generation, se alargarán durante cinco meses.

Un invierno de obras en el frontal marítimo

El de la renaturalización de la playa de La Pineda es sólo uno de los tres proyectos que arrancarán después del verano. Costas prevé iniciar en octubre las obras de remodelación del paseo, mientras que el Ayuntamiento también empezará la renovación de la iluminación del paseo. Tres obras que se desarrollarán en paralelo y que están llamados a transformar el frontal marítimo de La Pineda de cara al 2025.